Títulos de tres en tres

Con unas condiciones increíbles para el deporte –internacional en balonmano, hockey hierba y atletismo-, Luisa María García Pena (Vigo, 1947) fue vanguardia de las mujeres españolas que quisieron ser atletas a partir de 1963, momento en que quedó zanjada con ellas una obligada ausencia de las pistas durante años. La viguesa se convirtió en la primera gran figura. En los años 60 batió catorce veces el récord nacional de peso, doce el de disco y ocho el de jabalina. Consiguió quince títulos españoles, con la particularidad de que en cuatro ediciones (de 1964 a 1967) fue la ganadora de tres pruebas: peso, disco y jabalina. A esto hay que sumarle los dos triunfos que posee en los Campeonatos de España de pista cubierta. Con la selección, en la que actuó como capitana, compitió seis veces.

La viguesa Luisa María García Pena en los Campeonatos de España de 1972 en Madrid (Atletismo Español)

A Luisa María García Pena (de forma reiterada se le citó como María Luisa o Marisa) quien la introdujo en el atletismo fue su profesor del instituto vigués en el que estudiaba Fernando Pereiro, de tal manera que, siendo aún muy jovencita, se encontró inmersa en la vorágine de aquellos históricos Campeonatos de España de 1963 en el estadio barcelonés de Montjuic . Y en ellos, con todo por descubrir por parte de todas las participantes, Luisa María ya quedó tercera en salto de longitud con 4,35 (venció María Gibert, 4,77) y, además, ganó la prueba de jabalina con la particularidad de que cada uno de sus tres primeros lanzamientos, 29,27, 29,31 y 31,86, significaba un nuevo récord de España (Aurora Villa lo poseía desde 1932 con 27,34 metros). La segunda clasificada, Ascensión Cabezón, lanzó 27,16 y la tercera, María Teresa Ramos, 26,03.

En septiembre de 1964 echó a andar la selección española femenina en Lisboa, donde Portugal se impuso por 64 puntos a 30. De las diez pruebas, las españolas solo ganaron una: el lanzamiento de jabalina por medio de Luisa María García Pena con 36,73 metros, mientras que era segunda en peso y en disco, superada en uno y otro caso por la lusitana Lidia Faria. En el disco se dio el hecho de que las dos atletas batieron el récord de su respectivo país, quedándose el español en 35,70 y el portugués en 39,31. Pedro Escamilla elogia en Atletismo Español a la viguesa indicando que “está en camino de ser una excelente atleta, porque tiene entusiasmo, genio, calidad y fuerza. Pronto la veremos llegar a los cuarenta metros en disco y jabalina y a los doce en peso. En cuanto aprenda unos cuantos secretos de la técnica que aún ignora completamente”.

El primero de los cuatro Campeonatos de España en los que se insistió en su nombre por ser triple ganadora fue el de 1964, en Madrid. En peso le sucedió lo mismo que le había ocurrido el año anterior con la jabalina en Barcelona, es decir, tres de sus lanzamientos, 10,62, 10,65 y 10,85 constituían un nuevo récord español; segunda quedó Ivonne Bertrand, 9,71, y tercera, Hortensia Bayarri, 9,51.

Su triunfo en disco se produjo por alcanzar 34,22 metros (María Teresa Baylina llegó a 32,82 y Montserrat Pasant a 29,94) y el de jabalina porque sus 34,60 fueron inalcanzables para Albina Gallo, 32.90, y la coruñesa Estrella Salvadores, 30,02. Y viendo lo que se vio no es de extrañar que se dijera que había sido “extraordinariamente superior al resto de las lanzadoras”.

Luisa María García Pena fue quince veces campeona de España al aire libre y dos en pista cubierta

El domino que ejercía entonces resultaba aplastante y lo volvió a demostrar en la gran cita nacional de 1965 de nuevo en Madrid. Si otra vez repitió el éxito por triplicado, pareció querer establecer igualmente como norma que cada vez que competía solía batir hasta por tres veces una determinada plusmarca. Así le sucedió otra vez lanzando el peso. Cada uno de sus tres primeros lanzamientos, 11,22, 11,74 y 11,85, le valieron para ir mejorando el récord español . En este concurso, María Concepción Laso fue la segunda con 10,13 y Amparo Betes la tercera con 9,12.

En jabalina, con 36,02, quedó por delante de Albina Gallo, 35,94, y de María del Pilar Pardo, 31,74. Y en disco, su victoria con una marca de 33,10 no se la pudieron arrebatar ni Montserrat Pasant, 30,36, ni María Teresa Baylina, 29,48.

Tampoco faltó el récord nacional, en este caso de disco y por dos veces, en los Campeonatos de España de 1966 en el madrileño recinto de Vallehermoso. Empezó el concurso con 42,90, que era plusmarca, y lo finalizó con 43,72, que superaba con creces el primer lanzamiento. La también viguesa María José Fernández finalizó segunda aunque bastante distanciada con sus 34,82; por supuesto, más alejada quedó María Teresa Baylina, tercera, con 33,96.

Claro está, Luisa María también triunfó en peso con 11,70 (María Concepción Laso, segunda, 10,64) y lo mismo hizo en jabalina con 40,82 (subcampeona fue María José Fernández, 39,02). “El certamen femenino”, se refleja en Atletismo Español, “tuvo en María Luisa García Pena y en María Emma Albertos a sus figuras más destacadas. Cada una de ellas logró batir un record de España, y mientras la gallega se llevaba la palma en los tres lanzamientos, la central se apuntaba las dos carreras más rápidas”.

El círculo glorioso de tres triunfos por campeonato lo cerró en 1967 y, para no desmerecer de los anteriores, también ese año hubo el consabido récord, el de peso, con 12,25, mientras que segunda era María del Carmen Guembe, 10,78.

En esa competición en Vallehermoso, la victoria en disco se la llevó con claridad con 42,32 porque María José Fernández lanzó 35,68; en jabalina, sin embargo, la competencia con Albina Gallo fue más estrecha ya que solo se vieron separadas por 82 centímetros (Luisa María ganó con 36,82).

Lanzando el peso en los años 60 (Atletismo Español)

En Atletismo Español se recogía así lo hecho por las mujeres: “Las “monopolizadoras” de títulos entre las féminas fueron la aragonesa María Luisa Orobia (100, 200 metros y salto de longitud) y María Luisa García Pena (los tres lanzamientos)”.

En los Campeonatos de España de 1969 en Vallehermoso vio cómo se quedaba sin su récord nacional de peso al lanzar Ana María Molina 12,40 (la viguesa tenía la plusmarca en 12,30) mientras que ella solo llegaba a 11,91, aunque le sirvió para ser medalla de plata. De todos modos, Luisa María pudo disfrutar del título conseguido en disco con 41,20 (María José Fernández, segunda, 40,28). Y en Atletismo Español se dijo: “Marisa García Pena lanzó el disco algo lesionada y pese a ello y pese a los tres nulos, en dos de los válidos consiguió más distancia que María José Fernández que fue la única que se le acercó algo”.

La vida de Luisa María sufrió un espectacular cambio en 1970: pasó a vivir en Alemania (residió en Múnich una treintena de años). Cierto es que no se olvidó de estar en contacto con el deporte; lo contrario tal vez hubiese sido llamativo. Y es que conviene recalcar que estando en Galicia jugó al hockey hierba en el Traviesas; al baloncesto en el Estudiantes y en el equipo del Real Club Celta; igualmente se acercó al balonmano cuando la entidad céltica organizó un conjunto femenino (de muy corta existencia) que curiosamente se vio inmerso en una polémica cuando otro equipo vigués, el Creff, llevó a cabo una reclamación tras una derrota. La Delegación Nacional de Deportes decidió entonces que García Pena interviniese en un solo deporte de equipo al margen, claro está, de su vinculación al atletismo. Mujer por tanto tan entregada al deporte no podía ser ajena a él estando en Alemania, de tal modo que siguió jugando al balonmano en el Bayern, también se entregó al fútbol y se mantuvo tenaz con el atletismo en el SV Post.

Cuando se organizaron los Campeonatos de España de 1972 en Madrid, del 7 al 9 de julio, en ellos compareció Luisa María (serían los últimos para ella) consiguiendo tan excelentes resultados como había tenido siempre. Se llevó la medalla de plata en peso al lanzar 11,39 (venció Mª Carmen Guembe con 11,47) y la de oro en disco al ser infinitamente superior a sus rivales porque sus 42,76 poca réplica tuvieron en los 34,18 de Mª. A. Muguiro y en los 33,72 de Rosa Costas.

Atletismo Español la vio, con el disco en la mano, “más estilizada, más hecha y más guapa que cuando conquistó los diez primeros lanzamientos de los Campeonatos de España de la posguerra” y después de su avasalladora actuación emitía este juicio: “Su estancia en Alemania la ha formado, sabe lo que quiere hacer en el círculo y, entrenando específicamente, esto podría ser mucho, bastante más de lo que lanza ahora”.

De izquierda a derecha, Rosa Álvarez, Luisa María García Pena, Mercedes Arce e Isolina Carrera, relevistas de 4×100 metros del Real Club Celta en Balaídos en los años 60

Pero rebobinemos y volvamos a los años 60 para saber de ella en los Campeonatos de España de pista cubierta. Aquí Luisa María se mostró como una cualificada velocista. En la primera edición de este certamen bajo techo en 1965, la viguesa acabó cuarta en la final de 50 metros con 6.9, la misma marca que la tercera, Ana María Gibert; la victoria fue para Emma Albertos, 6.6.

Claro que en 1966 su protagonismo creció considerablemente al ser segunda en 50 metros con 6.7 (triunfó Emma Albertos, 6.6) “batiendo a otras velocistas más acreditadas, como Albina Gallo y Merche Morales”, en palabras de Pedro Escamilla. Y fue la vencedora de peso con 11,90, seguida de Concepción Laso, 10,87, y Hortensia Bayarri, 10,04, lo que llevó al periodista a afirmar que “es la primera vez que contamos con tres mujeres lanzando a más de diez metros el peso de cuatro kilos, lo que quiere decir que nos vamos acercando poco a poco a un nivel decente”.

Los mismos resultados de 1966 los repitió en 1968. El oro en peso se lo adjudicó con 11,88, mientras que Mª Carmen Guembe lanzó 11,24 y Concepción Laso, 11,13. Y en 50 metros el segundo puesto lo obtuvo con 6.9, el mismo tiempo que realizó la vencedora Emma Albertos.

La última de sus actuaciones en los Campeonatos de España de pista cubierta se produjo en Barcelona en 1969, alcanzando allí la medalla de plata en peso con 11,67 y ser superada por Ana Mª Molina con 12,02.

Luisa María García Pena, que obtuvo la mayoría de sus triunfos atléticos integrada en el Real Club Celta (dejó sus plusmarcas en 38,69 metros en jabalina en 1965; y 46,70 en disco y 12,30 en peso en 1967), fue premiada en 1967 como mejor atleta femenina española a través de El Mundo Deportivo en comunión con la Delegación Nacional de Deportes; también recibió dos años (1966 y 1967) la Carabela de Plata en la Fiesta del Deporte Vigués reconociéndosele que era la indiscutible número uno. Para Joaquín Pérez, lo escribió en internet, Luisa María “es la mejor deportista viguesa de todos los tiempos, incluso diría gallega”, y en 2012 recibió de la Xunta la distinción al Mérito Deportivo de Galicia.