El velocista que jugó en el Club Santiago

El primer gallego que corrió los 100 metros en menos de 11 segundos fue José Luis González González (Láncara, Lugo, 1938 -Madrid, 1989). En el estadio coruñés de Riazor, el 26 de abril de 1959, con motivo del tercer Trofeo San Jorge, patrocinado por el Lar Catalán, el velocista del Juventud de Santiago terminó en unos espléndidos 10.8,  aunque se llegó a decir que pudo haber estado favorecido por el viento. Pero la marca acabó siendo válida. Meses más tarde, en octubre, en el mismo escenario, rebajaría el tiempo hasta 10.7, situándose así como plusmarquista nacional júnior.

El 4 de septiembre de 1960, también en Riazor, igualó el récord nacional absoluto de 200 metros que estaba en poder de José Luis Albarrán en 21.8. Internacional en dos ocasiones, intervino en los primeros Juegos Iberoamericanos celebrados en Santiago de Chile, donde, en compañía de Armando Roca, Melanio Asensio y José Luis Albarrán, se hizo con el récord de España de 4×100 (42.1) el 14 de octubre de 1960.

José Luis González estudió Ciencias Químicas en la Universidad de Santiago de Compostela, carrera que inició en el curso 1957-58 y la finalizó en el correspondiente a 1962-63. Fue en este último curso cuando coincidió en el departamento de Química Inorgánica con Alfonso Castiñeiras, quien años más tarde sería catedrático de esta disciplina. Castiñeiras recuerda que en la facultad le llamaban Pepe Luis y la imagen que conserva de él es la de un joven muy educado y elegante.

Mientras realizaba sus estudios en la ciudad del Apóstol estuvo residiendo en el Colegio Mayor San Agustín, donde todo hace indicar que estaba muy bien considerado. El padre Francisco Brandaríz cuenta en su libro Memorias de un Jesuita Gallego, referido al curso 1960-1961, que se celebró con entusiasmo en el centro la entrega del título de mejor deportista en Galicia “al querido y popular Pepe Luis González y González que en el curso siguiente sería elegido Presidente del Consejo Asesor de la Dirección”. De aquella festiva jornada destaca el autor una comida “presidida por el Comandante Fraga, destacada personalidad del Deporte coruñés que en un bello discurso supo unir hábilmente espíritu deportivo y religiosidad. En la comida el Colegio ofreció una placa al homenajeado y no faltaron emotivos discursos del Director, de compañeros y sobre todo del propio Pepe Luis”.

José Luis González, a la derecha, con Ángel Calle

Otra faceta a destacar era su habilidad para jugar al fútbol. De hecho, mientras estaba estudiando y ejercitándose en el atletismo, formó parte del Club Santiago a finales de la década de los 50, cuando este equipo, el de mayor relieve entonces en la ciudad, militaba en Tercera División y jugaba en el campo de Santa Isabel. José Luis González, que era interior izquierdo, tuvo como compañeros a Vera, Carretero, Chucho, Félix, Veloso, Fondo, Pepiño, Pelouro… Sobre el rectángulo de juego se le conocía como Pepe Luis y en un partido disputado en Santa Isabel del campeonato de selecciones gallegas de fútbol modesto entre Santiago y Pontevedra, el cronista lo destaca en estos términos: «En la delantera ha sobresalido, en primer lugar, Pepe Luis, que ha demostrado, una vez más, sus excelentes cualidades y una endiablada velocidad, gracias a la cual consiguió uno de los goles».

De su paso brillante por la categoría júnior, en la que además de plusmarquista nacional de 100 tuvo igualmente el récord de España de 4×100 (43.5) con López Amor, Apraiz y Benavides, conviene resaltar que vistió la camiseta española dos veces.

En el Portugal-España celebrado en Lisboa, en agosto de 1959, no estuvo acertado y acabó cuarto con 11.5, mientras que López Amor era el ganador con 11.2. Los portugueses Santos y Pereira finalizaron ambos en 11.4.

Y en septiembre de ese año 1959 sí contribuyó, en Barcelona, al sorprendente triunfo de España sobre Francia, 103-97. La carrera del hectómetro la ganó López Amor con 11.1 y José Luis entró segundo en 11.2. Los franceses Grimaldi y Peysson se quedaron en 11.2 y 11.4. Pero en aquella ocasión también compitió en los 200 metros. Venció López Amor, 22.6, y José Luis fue tercero, 22.7, idéntica marca que la de Danic, segundo, mientras Vercamen cerraba el grupo con 23.0.

Espléndido estuvo en la mañana del domingo 4 de septiembre de 1960 en el estadio de Riazor, en unas pruebas celebradas bajo el epígrafe de Trofeo al mejor atleta, al correr los 200 metros en 21.8, marca que igualaba el récord español que poseía el salmantino Albarrán. En aquella carrera también sobresalió Ángel Calle, con un tiempo de 22.3. Tanto José Luis González como Ángel Calle militaban en aquel momento en el Compostela (no era la SD Compostela ya que esta entidad se fundó en 1962). Pero ambos atletas son también campeones gallegos en 1960 perteneciendo naturalmente a ese Compostela que, al parecer, se configuró sin pretensiones ni estructura alguna, tal vez para salir del paso.

En los primeros días de octubre de 1959 había debutado con la selección española absoluta en San Sebastián de forma satisfactoria. En Anoeta, donde se midieron los equipos de España y de Francia Sur (venció España 131 a 81), fue el más veloz en los 100 metros con 10.9, mientras Albarrán se quedaba en 11.0, y Sixtet y Danio, en 11.2 los dos.

Volvió a ser internacional al máximo nivel en una competición de considerable relieve que nacía entonces, los Juegos Iberoamericanos, y que llevó al equipo español hasta Santiago de Chile, lugar en el que la competición se desarrolló por atletas de doce países del 11 al 16 de octubre de 1960. En este acontecimiento se quedó sin el récord nacional de 200 compartido con Albarrán al hacer éste primero 21.7 y luego 21.6.

José Luis González intervino en la segunda serie de 200 metros, acabando cuarto con 22.6. La victoria se la llevó el venezolano Romero, 21.5, seguido del argentino Bonhoff, 22.0, y el mexicano Ahumada, 22.1. Y tampoco fue capaz de mejorar su actuación en semifinales, puesto que acabó séptimo (último) con 22.4, en la carrera que ganó Romero, 20.9, y en la que Albarrán, magnífico, ocupó el tercer lugar con 21.6.

Recibiendo una placa en el Colegio Mayor San Agustín en Santiago ( Del libro » Memorias de un Jesuita Gallego»)

En Atletismo Español, Pedro Escamilla da su opinión de cómo vio al lucense en el doble hectómetro: “Aquejado de un dolor agudo en la rodilla, Asensio fue sustituido por José Luis González. Llegó a la semifinal de 200 metros, clasificándose para ella por mejor tiempo en la eliminatoria, que terminó en 22.6, lejos de sus 21.8 de La Coruña. En la semifinal le correspondió enfrentarse a los mismos que Albarrán. Le faltó resistencia, y sus metros finales no fueron del todo buenos, como acostumbra. Una pena, porque el galleguito merecía mejor suerte. Terminó último en 22.4”.

Pero no todo iba a ser decepción en Santiago de Chile. José Luis formó parte del relevo 4×100 con Roca, Asensio y Albarrán para establecer el récord de España en 42.1 en la eliminatoria, aunque en la final fue sexto con 42.4. El triunfo fue para Venezuela, 40.3, seguido de Brasil, 40.6, y Panamá, 41.3. ¿Qué escribió Escamilla del cuarteto? Pues lo que sigue: “En la semifinal estuvieron muy bien, aunque con graves defectos en el cambio del bastón, mejorando por una décima el récord nacional. Pero en la final fue un desastre. González corrió muy bien, pero no Roca, cuyo retraso motivó que Albarrán casi se saliese de la zona, debiendo salir parado. Ahí se perdió la buena colocación, pues González entregó al mismo tiempo que los venezolanos, que acabarían en 40.3; pero Roca terminó muy mal y Albarrán y Asensio tampoco hicieron buen cambio”.

José Luis González, que también perteneció al Real Club Deportivo, se asomó a los Campeonatos de España, en los que obtuvo la segunda plaza de 100 metros en la edición de 1961 en Montjuic. Fue vencido por Roca, 11.0, concluyendo él en 11.2 y Sánchez Paraíso en 11.4. Y en el relevo 4×100, con Mouriño, Prunell y Arteaga, conquistó para la provincia coruñesa la tercera posición con 43.5. Venció Guipúzcoa, 42.9, idéntico tiempo que Barcelona.

El lucense desapareció entonces de las pistas, volviendo a ellas en As Pontes en julio de 1964. Su retorno, en todo caso, no fue muy duradero.