En el camino estaba Portugal

El santiagués Juan Lorenzo, campeón de España de 400 metros en 1942

Antes de que España comenzara a desangrarse por la Guerra Civil, Juan Lorenzo (Santiago de Compostela, 1916-1996) ya pisaba los terrenos donde hervía el atletismo de tal manera que, en 1935, ganaba el título gallego de 1.500 metros y era subcampeón en los 10.000, aspecto que hay que tener en cuenta puesto que él, una vez superada la contienda bélica, se mostró como un corredor de velocidad muy valioso. Y es que fue campeón de España universitario de 400 metros en 1940, y campeón nacional absoluto de la misma distancia en 1942, además de sumar otro triunfo con el equipo de relevos de Galicia de 4×400 en los Campeonatos de España de 1941.

Contundente estuvo el diario Marca en 1941 cuando señaló que habían pasado “sin pena ni gloria” los Campeonatos de España celebrados en el campo de Vallejo, en Valencia. No se había podido cantar ni un solo récord. Las causas se atribuían a varios factores: “El calor, ante todo; la pista, después; la falta de entrenamiento endémica en la mayoría de los atletas y, por último, el cansancio, sin el reposo mínimo preciso, luego del viaje en pésimas condiciones…” Entre los “valiosos elementos” que no se presentaron se nombra a los gallegos Sobral, González y Mariño. Pero los que estuvieron presentes no desentonaron. El pontevedrés Antonio Sánchez ganó los 100 y 200 metros y contribuyó, además, a que el conjunto de Galicia venciera en 4×400.

Con Antonio Sánchez se juntaron para correr el relevo largo el coruñés Emilio Rodríguez y los santiagueses Ángel Docobo y Juan Lorenzo, al que citan como un “gran sprinter”. Galicia, con 3:45.6, se impuso en la semifinal con claridad a Guipúzcoa y Aragón, mientras que Cataluña, con 3:49.2, derrotaba a Levante y Andalucía.

La final, era evidente, se quedó en una cerrada lucha entre Galicia y Cataluña, que presentó a Mongrell, Font, Vives y Mercadé. “Lorenzo y Mercadé, últimos relevistas, forzaron al máximo y se impuso el gallego por un solo pecho de ventaja”, se relata en la revista Atleta de la Asociación Viguesa de Atletismo. A ambos equipos se les otorgó el mismo tiempo, 3:41.4, nuevo récord de Galicia.

El título de mayor relevancia tiene que ser, inevitablemente, el que consiguió en 1942, en el mes de junio, en la Ciudad Universitaria de Madrid. En aquellos Campeonatos de España, según Marca, “se han mejorado todas las marcas del año anterior, pero todavía sin llegar a los tiempos anteriores a la guerra”. Juan Lorenzo fue el mejor en 400 metros. El cronista había observado que, en esta edición, concurrían una serie “de especialistas que se disputan los primeros lugares”. “Los resultados”, prosigue, “muestran un plan de igualdad en las marcas, que han destrozado pronósticos y supuestos. Tenemos el ejemplo de Lorenzo, el magnífico gallego que arrebató a Piferrer el título de los 400 lisos, logrando una buena marca”. El cronómetro se había parado para Lorenzo en 51.6. El catalán Piferrer triunfara en 1941 con 53.8.

Cerrada lucha entre Juan Lorenzo, derecha, y Mercadé en la final de 4×400 metros en los Campeonatos de España de 1941

Ser campeón de España absoluto tuvo que llenar de orgullo a Juan Lorenzo, si tenemos en cuenta las declaraciones que realizó a la publicación Juventud pocos días después de su indiscutible victoria. “Aun me dura la emoción que me produjo el triunfo en la final de los 400 metros”, comentó. “Estoy encantado. A decir verdad, quizá fruto de  la corazonada más que de otra cosa, yo esperaba vencer. Los nombres de mis rivales me impresionaban y me siguen impresionando, pues de sobra sé de lo que son capaces, pero ya he dicho que confiaba en ser campeón”.

Tampoco escatimó elogios para un rival de lujo como Piferrer. “¿Qué voy a decirte de él que no sepan los menos iniciados en atletismo? Yo le admiro sinceramente. Por eso mi entusiasmo es mayor aún, porque yo gané dejando detrás a “gente” y echando por tierra todos los pronósticos”.

Cuando Lorenzo, en 1940, obtuvo el título de campeón de España universitario de 400 metros (corridos en 53.6), deslumbra también la figura de Francisco Domínguez Sobral en los 100, al que se le augura lo mejor. El velocista de Bueu se muestra con una calidad indiscutible, de tal modo que acabó siendo campeón nacional absoluto del hectómetro en 1943. Pues bien, como en Santiago de Compostela estaba cumpliendo el servicio militar el catalán Francisco Camí, ganador del Campeonato de España de cross ese año de 1940, hizo llegar a la prensa una misiva en la que recordaba que Lorenzo había vencido con anterioridad a la competición universitaria a Sobral en una festival programado en Santiago el día del Caudillo, con una marca de 11.2.

Camí muestra su admiración por Lorenzo, poniendo de relieve que “en una pista de trescientos metros de cuerda ha logrado 53 segundos en 400 metros”. Además cuenta que, en un entrenamiento, realizaron ambos un registro de 4:25 en los 1.500 metros.

Pero retrocedamos. Situémonos en el momento en que Lorenzo se presenta en el campo de Pasarón, en Pontevedra, para intervenir en los Campeonatos de Galicia de 1935. Entonces defendía al Centro Ibero Americano de su ciudad natal. Obtuvo la victoria en 1.500 metros (4:43.3/5) y la segunda plaza en 10.000 (lo superó E. González de la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, 39:26.1/5), “en una época”, según explica el boletín de la Federación Catalana en 1951, “en que no había en Galicia corredores de fondo ni medianamente buenos”.

Cuando estalla la Guerra Civil se marcha a vivir para Viana do Castelo, en Portugal, donde había nacido su padre, y donde continuó practicando atletismo. Hay diversas referencias de prensa del país vecino dando cuenta de las andanzas de Juan Lorenzo. Con respecto a una competición a celebrar en Viana do Castelo, se menciona que vestirán la camiseta del Sport Clube Vianense algunos atletas de Viana como Alfredo Baganha, Guilhermino Sárrea, Mena Martos… Y añade que, al lado de éstos, se presentará Joao Lourenço, “una esperanza en las pruebas de mediofondo”.

Equipo de Galicia en los Campeonatos de España de 1941. Juan Lorenzo, segundo izquierda, de pie

En tierras portuguesas dio muestras de su talento y salió triunfador muchas veces. En un campeonato regional júnior se afirma de él que “impresionó excelentemente” tras haber vencido en los 150 metros con 17.2, “finalizando apenas a 2-10 de nuestro máximo”. Lourenço pertenecía al Académico y vencía individualmente en los 300 metros en 37.7, o se integraba en el equipo de relevos de 5×80 metros con Custodio Sousa, Fernando Sousa, Eduardo Lemos y José Silva Barbosa para ganar en 46.5 o también lo hacía en el de 3×300 metros con Silvio Minnemann y Mario Bastos, concluyendo en 2:4.

Restablecida la paz en España, volvió lógicamente a Galicia y contendió después tanto a nivel regional como nacional. Tiene en su poder, como integrante de  la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, los títulos gallegos de 400 (años 1941 y 1942) y el de 800 (1942); y encuadrado en el Teucro ganó igualmente los 400 y los 800 en 1945. Obtuvo, en 1942, el récord gallego de 800 metros (2:05.0) y el de 4×400 (3:36.1) con Moncho Rodríguez, Ángel Docobo y Antonio Sánchez.

El boletín de la Federación Catalana dedicó su espacio Siluetas a glosar su figura con estas palabras: “Lorenzo fue siempre un atleta de singular pundonor, al estilo de todas las figuras surgidas en Galicia. Y fue, como otros tantos, el hombre que no exprimió todo el esfuerzo que pudo llegar a rendir sus innatas facultades de atleta campeón”.

Septiembre de 1949. Un rotativo venezolano explica, a través de una información de Andrés Miranda, que se encuentra en Caracas Juan Lorenzo. “Este atleta español”, comenta, “es un verdadero amante de las actividades atléticas, hasta el punto de que no obstante haber llegado hace cosa de 3 ó 4 días, ya ha visitado el Stadium Nacional y entrado en contacto con elementos del atletismo nacional. Sus mayores deseos son los de radicarse en esta ciudad, para tener la oportunidad de continuar sus actividades atléticas y de poner sus conocimientos al servicio de alguno de los equipos afiliados a la F.V.A.”

El periodista da cuenta de los éxitos que tuvo Lorenzo en España, haciendo hincapié en el título nacional de 4×400 metros conseguido en Valencia en 1941, indicando que “le entregaron el testigo con 12 metros aproximadamente de desventaja y pudo descontar esa distancia para ganar al final en extraordinario esfuerzo, por el pecho”. Y también se refiere a su periplo portugués en estos términos: “En Portugal, de júnior, alcanzó varios triunfos en 300 y 150 metros, especialidad que se cultiva mucho en ese país”. Juan Lorenzo residió en Venezuela en la década de los 50.