Turín. Otro acto de coraje
Un segundo de diferencia fue lo que separó a Julia Vaquero de la etíope Gete Wami en su tenaz y particular pelea por la medalla de bronce del Campeonato del Mundo de cross de 1997 en Turín (Italia). ¡Bravísima! Así estuvo Julia, aunque para ella fuera el siempre amargo cuarto puesto, el mejor en todo caso en sus diez participaciones en esta competición de primerísimo nivel. La carrera la ganó la etíope Derartu Tulu seguida de la británica Paula Radcliffe.
Cuando a la carrera únicamente le faltaba la última y decisiva vuelta, cinco eran las mujeres pretendientes al trono y entre ellas “se mantenía pujante y ambiciosa Julia Vaquero”, según relato de Atletismo Español. Y cuando se fue clarificando todavía más la situación, Julia tuvo que jugarse el tercer puesto con la que era vigente campeona mundial, Gete Wami, porque por delante de ellas ya estaban dispuestas a decidirse el título Paula Radcliffe y Derartu Tulu. La entrega de Julia por conseguir el bronce no desmereció para nada con la entrega de la ya destronada Wami.
Su segunda mejor actuación en el cross mundialista se dio en Marrakech (Marruecos) en 1998, logrando la sexta posición. “Julia Vaquero”, cuenta Atletismo Español, “volvió a estar, un año más, con las mejores, aunque ella, siempre tan exigente consigo misma, se preguntaba por qué no había aguantado hasta los últimos quinientos metros”. Las atletas de categoría sénior tuvieron que recorrer 8 kilómetros y, en la meta, las que se anticiparon a Julia fueron, por orden de entrada en la misma, Sonia O´Sullivan (Irlanda), Paula Radcliffe (Gran Bretaña), Gete Wami (Etiopía), Merima Denboba (Etiopía) y Jackline Maranga (Kenia).
Colectivamente, en Marrakech, España consiguió la cuarta posición, algo que no había logrado nunca, teniendo en el podio a Kenia de primera, Etiopía segunda y Gran Bretaña tercera. Además de la 6ª plaza de Julia, las demás atletas españolas ocuparon estos puestos: 16ª, Rocío Ríos; 33ª, Beatriz Santiago; 38ª, María Abel (la lucense era la última en contabilizar puntos para la selección); 42ª, Teresa Recio; y 64ª, Ana Isabel Gimeno.
Otra de las buenas intervenciones en el Mundial de cross se produjo en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en 1996 cuando quedó séptima (en su trayectoria atlética estuvo tres veces entre las diez primeras). Se dice de ella que “se comportó de una manera excepcional” y también que “se vació como saben hacer los campeones”. Debe resaltarse que cuando faltaba kilómetro y medio (la prueba constaba de 6.300 metros) Julia luchaba por el tercer puesto con Rose Cherniyot (Kenia), que sería segunda, y con C. de Renck (Sudáfrica), quinta al final; Julia fue la segunda europea en meta. La prueba la ganó la etíope Gete Wami.
Al aparecer una nueva competición como el Campeonato de Europa de cross, las posibilidades de que pudiera obtener el mejor de los puestos se incrementaron. En este capítulo se subió al podio en dos ocasiones. En Alnwick (Gran Bretaña), el 10 de diciembre de 1994, con motivo de la primera edición de este certamen continental, la luchadora mujer de A Guarda solo cedió, por una insignificancia, ante la irlandesa Catherina McKiernan y eso tras mantener ambas una deliciosa pelea. “Al final”, escribe Alfonso Ortega, “Julia aunque contenta no estaba totalmente satisfecha, porque por momentos se vio campeona de Europa”.
Mientras que Julia era capaz de pelear por el título europeo, en clara demostración de su enorme capacidad, las demás españolas, sin su clase, tenían vetado el poder hacer algo semejante; las posiciones de sus compañeras en Alnwick ratifica esta realidad: 21ª, María Rocío Ríos; 22ª, Carmen Fuentes; 35ª, Natalia Azpiazu; y 61ª, Teresa Recio. El equipo español se adjudicó el cuarto puesto y el triunfo lo obtuvo Rumanía.
Dos años más tarde, el 15 de diciembre de 1996, en Charleroi (Bélgica), en un “recorrido para sufrir”, así se definió, con el barro obstaculizándolo todo excepto la ilusión, volvería a situarse en un puesto de podio, el tercero, al rebasar en la última subida a la finlandesa Anne Marie Sandell (cuarta); la rumana Julia Negura fue la campeona, y la sueca Sara Wendlund quedó segunda.
Sin embargo, la alegría de Julia Negura no se mantuvo con ella hasta el infinito dado que llegó un día en que fue desposeída de su título al ser sancionada por dopaje. Por tal circunstancia el podio de Charleroi tuvo que reorganizarse y así Julia Vaquero trocó su medalla de bronce por la de plata.
¿Que cómo quedaron las otras atletas españolas en Charleroi? Ninguna lógicamente estuvo cerca de la órbita de Julia Vaquero: 32ª, María Rocío Ríos; 37ª, María Isabel Martínez; 47ª, Beatriz Santiago; y 54ª, Teresa Recio. España quedó octava por equipos siendo Francia el mejor.
La carrera en la que se decidía todos los años el título español de cross femenino se acabó convirtiendo, en la década de los 90, en una monótona repetición al ser Julia Vaquero la única y principal protagonista. Ella fue la campeona, de manera consecutiva, desde 1992 a 1998 una vez que había sido la triunfadora júnior en 1989 y posteriormente la primera promesa –cuarta absoluta- en 1990.
Su primer triunfo sénior lo obtuvo en Cáceres el 8 de marzo de 1992 entre 130 participantes. Ya desde el inicio se marchó con Estela Estévez, aunque no esperó hasta los últimos metros ni mucho menos para batirla. Y volvió a repetirse la película entre las dos gallegas en Amorebieta (Vizcaya) en 1993, de tal manera que Julia dijo al final: “La carrera ha sido como siempre. Estela y yo en cabeza y el grupo detrás. Dejé poco a poco a Estela al principio de la segunda vuelta y mantuve tranquilamente las distancias”.
En 1994, decidiéndose el título en Zarautz (Guipúzcoa), el desenlace no se preveía tan diáfano a decir de Atletismo Español, explicándolo así: “Julia Vaquero estaba herida en su orgullo. Después de dos años de dominio continuado en el cross nacional, la pupila de Alfonso Ortega no era favorita para la victoria en el campeonato de España individual de campo a través. Estela Estévez se encontraba en gran forma y había derrotado a su eterna rival en sus dos últimos enfrentamientos particulares”.
Las dos gallegas ejercieron su habitual dominio cuando comenzaron a enfrentarse a los poco más de 6 kilómetros de carrera, aunque en esta ocasión se les agregó con total arrojo Carmen Fuentes. Cubiertos 4 kilómetros, la situación se fue clarificando: “Julia Vaquero volvía por sus fueros y dejaba a sus dos compañeras de viaje. Sus dos últimos kilómetros fueron un paseo triunfal. Por detrás Estela Estévez no tenía un buen día y cedía la segunda plaza a una Carmen Fuentes que tuvo su recompensa después de varios años esperando codearse con las carismáticas gallegas”.
Si en 1994 y 1995 Julia se encontró a Carmen Fuentes ocupando la segunda posición, en 1997 la acompañaron en el podio Amaia Piedra y Rocío Ríos, sin que, en ninguno de los casos peligrara el título para ella. “La gallega”, cuenta Atletismo Español refiriéndose a este último año, “decidió la carrera cuando quiso y con gran facilidad metió metros de por medio con el resto de atletas que formaban el grupo de cabeza”.
Tampoco en 1998, el año en el que obtuvo su último título de campeona de España, varió mínimamente la situación para ella. “Julia Vaquero ha decidido esta temporada no darse palizas y se está limitando a ganar con la ley del mínimo esfuerzo…” En Vitoria, aquel 8 de marzo, se había incrementado hasta los 8 kilómetros la distancia para las mujeres por vez primera y nada cambió. En el podio estuvieron Teresa Recio y Beatriz Santiago.
Inmensa corredora de cross, también fue campeona mundial universitaria en 1990 y, en Galicia, sumó cuatro triunfos como sénior y tres de júnior.
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