Con los colores del Deportivo
Isidoro Hornillos se ha mostrado igual de eficaz compitiendo al aire libre que en pista cubierta. Su larga carrera atlética (catorce años, desde 1974 a 1987) le ha dado para obtener once medallas nacionales (seis al aire libre y cinco bajo techo), tres de ellas de oro: dos en 400 metros (1979) y una en 200 (1982).
En 1979, en el recinto de Serrahima (Barcelona), Jenaro Iritia se disponía a defender su título de campeón de España de 400 metros logrado el año anterior en Madrid, pero le fue imposible. Lo explica bien Atletismo Español: “En la vuelta a la pista Iritia no estuvo brillante, siendo batido de largo, no solo por Hornillos, sino por el balear González, que mejoró ampliamente su registro”.
Hornillos (integrado en el Deportivo, club que defendió desde 1975 a 1987, cuando la entidad coruñesa cerró la sección de atletismo; la campaña 1987-88, la última suya, perteneció al Club Atletismo Coruña) mostró sus claras opciones a la victoria al ganar ya una de las semifinales y, en la final, nadie pudo arrebatarle el oro porque sus 47.06 no fueron desbordados por los 47.08 de González ni los 47.67 de Iritia.
En las pistas del INEF madrileño, en 1980, no consiguió revalidar el título de 400. Esta vez fue mejor Benjamín González, con 46.65, mientras él hacía 47.20; en tercera posición quedó Ángel Cruz, 47.80. “Hornillos”, cuenta Atletismo Español, “no pudo con Benjamín González en la vuelta a la pista, cediendo en su esfuerzo el gallego cuando aún faltaban 50 metros para el fin”. También en esta edición de los Campeonatos de España, Hornillos participó en los 200 metros, quedándose en cuarto lugar con 21.51, venciendo en esta carrera el guipuzcoano Prado, 21.34.
A pesar de correr los 200 metros por la calle ocho, el catalán Javier Martínez estuvo fantástico en 1981 y se llevó el triunfo con 21.11, quedando subcampeón Hornillos, 21.43, y la tercera plaza para González, 21.46. Y en los 400, tras reseñarse que “Benjamín González e Isidoro Hornillos se mostraron muy superiores a los demás”, parece que el triunfo del primero fue rotundo: sus 47.03 dejan en clara inferioridad los 48.18 del segundo. Y alejados de ellos Miguel Bandera, 49.16.
No pudo ser más que medallista de bronce en 1982, compitiendo en Santiago de Compostela. La carrera de 400 tuvo este desenlace: Benjamín González, 46,56, Manuel González, 47.34, e Isidoro Hornillos, 47.57. Del coruñés se dijo: “Volvió a estar mal, corriendo sin fe en sí mismo y hundiéndose mucho al final, donde le superó Manuel González, un júnior que batió la plusmarca nacional que tenía Magariños nada menos que desde 1966”.
El año 1983 fue el último de Hornillos en el que obtuvo una medalla en los Campeonatos de España. En este caso de bronce en 200 metros. Se impuso en una semifinal con 21.2 y fue tercero en la carrera definitiva con 21.3, batido por Antonio Sánchez, 21.0 y Juan José Prado, 21.1.
A medida que se iba acercando la conclusión de ese tiempo magnífico en que vivía corriendo, Hornillos se vio obligado a un inevitable cambio de rumbo. Lo explica así: “En los últimos años de mi vida deportiva, por problemas derivados de una tendinitis ya crónica, tengo que cesar los entrenamientos para 400 metros y centrarme un poco más en la velocidad. Incluso llegué a ser campeón de España de 200 e internacional en 100. No ha sido lo más idóneo desde el punto de vista técnico, pero no podía entrenar con tanta intensidad como se merece la distancia de 400 metros”.
El Palacio de Deportes de Oviedo resultó providencial para Hornillos: ahí consiguió los dos oros nacionales que posee bajo techo. El primero se lo adjudicó en 1979, con únicamente cuatro competidores en 400 metros. Hornillos venció con 48.4. Y el segundo oro lo conquistó en 1982 en 200 metros (era la primera vez que se disputaba este título). Y aquí sucedió lo contrario que en el 79: concurrieron nada menos que 18 competidores. Hornillos, con 21.8, se impuso en la segunda de las cinco eliminatorias y mantuvo con Heras una cerrada pugna por el triunfo, cayendo del lado del coruñés, aunque los dos marcaron 21.6.
Su primera medalla de plata bajo techo la conquistó en 1978 en Zaragoza, batido por Miguel Aranau; la segunda en 1980, otra vez en Oviedo, superado por González aunque ambos con 48.1; y la tercera, esta vez corriendo 200 metros, se la adjudicó en 1983 en Valencia donde fue superior el salmantino Antonio Sánchez con 22.11 (Hornillos hizo 22.27).
En este acotado terreno de la pista cubierta, Hornillos, para mayor gloria, participó en dos Campeonatos de Europa: los de Viena (1979) y los de Milán (1982). Fue uno de los cinco españoles que estuvo en la capital austríaca donde Antonio Páez consiguió el oro en los 800 metros. De Hornillos, corredor de 400, se indicó que “salió lento en la serie y que esa indecisión le perjudicó”. En la semifinal, sin embargo, “corrió mejor”, según Atletismo Español, “pero quizá no tuviese la decisión precisa en los segundos cien metros. Luego quiso, pero ya no pudo. Superó su marca personal”. Su tiempo fue 47.84, inferior a lo realizado por el rumano Toboc, 47.63, y el suizo Hass, 47.67. Ahí se acabó la intervención de Hornillos.
Apoteósico estuvo el equipo español en la cita milanesa del 82, con un balance final de cinco medallas: oros para Antonio Páez (800) y José Luis González (1.500); plata para José Manuel Abascal (1.500); y bronce para Colomán Trabado (800) y Benjamín González (400). ¿Y Hornillos? Entonces corrió 200 metros, interviniendo en la segunda de las seis series que hubo, con un tercer puesto en la meta (21.76), superado por el italiano Di Pace (21.58) y el húngaro Kovacs (21.70). Hornillos solo dejó atrás al sueco Andersson. Y con esta carrera concluyó su peripecia europea.
Contabiliza – de otro modo sería tal vez extraño- un buen número de títulos de Galicia y también récords. Circunscribiéndonos al apartado absoluto, Isidoro fue campeón gallego al aire libre en quince ocasiones, desde 1979 hasta 1987: ocho de 200 metros, cuatro de 400 y tres de 100; en pista cubierta, con un recorrido más reducido (de 1986 a 1988), los tres títulos los alcanzó en los 200 metros. Asimismo se hizo con la plusmarca gallega de 100, 200 y 400, alguna de ellas muy duradera, como la de 200 (21.12 en 1983) y la de 400 (46.24 en 1979) ya que en diciembre de 2015 todavía seguían en su poder; y en pista cubierta sucedió otro tanto al ostentar las mejores marcas en 200, 400 y también en 300, significando que sus 34.2 en esta última distancia en 1982 seguía sin ser superada en 2015.
Aunque en 1988 dejó las pistas, no se separó ni un milímetro de donde quería estar: el mundo del deporte. Que por eso se licenció un día en Educación Física en el INEF de Galicia (Universidad de A Coruña), siendo desde 1990 profesor titular en el mismo centro, el que se conoce como Facultad de Ciencias del Deporte y de la Educación Física. Pero es que, además, impartió clases en el Instituto de FP Fernando Blanco de Cee, en el Centro de Enseñanzas Integradas de Haciadama en O Burgo (Culleredo) y en el Instituto de FP de Monte Alto (A Coruña).
Con él en sus filas como preparador físico, desde 1991 a 1994, el Liceo Hockey Patines cosechó resonantes éxitos: campeón de Liga y de Europa, y ganador de la Copa del Rey y de la Copa Intercontinental. Y también tuvo idéntico cometido con la selección española de esta modalidad deportiva.
Largo recorrido el suyo, cerca de veinte años (de 1988 a 2006), como director técnico de la Federación Gallega de Atletismo, compaginándolo también en un concreto período (de 1990 a 1995) como entrenador de distintos atletas (Isidoro es entrenador nacional de atletismo).
Muchos años después de haberse asentado con su familia en Sada (A Coruña), el nombre de Isidoro se incrustó todavía más en el lugar al haber sido el fundador, y primer presidente, del Club Atletismo Sada.
No hay que dudar de que Isidoro Hornillos es un hombre inquieto, comprometido. Después de haber trabajado codo con codo en la Federación Gallega de Atletismo con Sergio Vázquez asumió la presidencia de la institución el año 2007. Y aquí ha ido poniendo su peculiar sello de identidad con el transcurso del tiempo. Se convirtió en 2011 en el creador, y director, del programa Citius, Altius, Fortius que emite la Televisión de Galicia dando cuenta de cuanto sucede en este deporte a lo largo y ancho de la autonomía. También, por su iniciativa y empuje, se han creado tres pruebas de ruta en la ciudad de A Coruña (A Coruña 10, A Coruña 21 y A Coruña 42) que figuran en el calendario de la Federación Española.
Autor de publicaciones de temática deportiva (colabora en La Voz de Galicia), ha sido distinguido con la Insignia de oro y brillantes del Real Club Deportivo y la Medalla al Mérito Deportivo de la Xunta de Galicia (2012).
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