Pasadas las doce del mediodía del domingo 19 de diciembre de 1943, quince atletas intervinieron en la primera edición del Gran Premio de Navidad de pedestrismo que organizó la Obra Sindical de Educación y Descanso en Vigo. En esta única carrera triunfó el barcelonés Luis Miró (1917-1999), residente en la ciudad viguesa tras haber sido desterrado de Cataluña por republicano. Había destacado pronto como corredor y tenía 17 años cuando participó con España en el Cross de las Naciones de 1935 en París. En Vigo, además de ejercer de profesor de Educación Física en el instituto Santa Irene, entrenó a sobresalientes atletas y fue secretario de la Federación Gallega de Atletismo.

Aquella carrera triunfal de Luis Miró por calles viguesas le llevó 23 minutos, los suficientes para que resalte especialmente su nombre en esta tradicional competición que perdura en el tiempo, aunque no siempre se haya celebrado (en 2008, por ejemplo, contabilizaba 19 años que no se había podido disputar, aunque no todos estos años seguidos). Una de sus principales características radica en que siempre ha tenido la Plaza de Compostela como su lugar de referencia, donde se ubican salida y meta y donde los atletas suelen dar alguna vuelta a su alrededor; otro signo distintivo son las viandas navideñas con que se premiaba a los atletas.

Luis Ramilo, cuarto por la izquierda, de pie, dorsal 37, con sus compañeros del Comesaña Sporting Club, en una de las ediciones de los años 40 del Gran Premio de Navidad de Vigo

La segunda posición la ocupó el vigués Luis Ramilo (1918-2013), atleta que habría de tener un indiscutible protagonismo en años sucesivos (ganó desde 1944 a 1948) y que, en ese año 1943, llamó la atención en Faro de Vigo al considerarlo “la revelación de esta prueba” ya que siendo “neófito en estas competiciones, ha triunfado sobre otros estilistas que en más de una ocasión nos han demostrado gran clase”. Y tras Luis Ramilo se clasificaron Constante Crespo, José Pío, Roberto Fernández…

Ya en 1952, conseguidas por Luis Ramilo las cinco victorias con que finalizó su actuación en el Gran Premio de Navidad, Faro de Vigo comentaba que acaso pudo haber logrado algún triunfo más de “no ausentarse a la Argentina”. Y argumentaba sobre él que había sido “un hombre de magníficas condiciones para la carrera a pie, nunca bien aprovechadas por ese medio ambiente carente de facilidades en que tenía que desenvolver su vida”.

Tres pruebas, marcha atlética, carrera popular “en la que podrán tomar parte todos los productores que lo deseen y que no tengan la ficha federativa”, y la carrera de más relevancia, la de los ases, “en posesión de la licencia federativa”, se llevaron a cabo el domingo 23 de diciembre de 1945 (un año antes triunfara Luis Ramilo, representando al Comesaña Sporting Club, en la carrera principal, y José Mauriño, del Turista, en una segunda prueba).

La victoria no se le escapó a Luis Ramilo, aunque sintió en todo momento la sombra del persistente Luis Miró (Alerta), segundo en la meta, el mismo puesto que alcanzó en la prueba de marcha, donde fue vencido por Antonio Pérez Fontenla (Alerta), pero esta versatilidad del catalán le sirvió a Faro de Vigo para resaltar “que su capacidad de esfuerzo, teniendo en cuenta la dimensión del recorrido, ha sido admirable”. La prueba para quienes no eran federados se la adjudicó Rafael García, integrante de la Legión Gallega.

Doce atletas intervinieron en la edición de 1946 en la que Luis Ramilo alcanzaría su tercer triunfo consecutivo. “Sus adversarios le hicieron sombra a lo largo del trayecto, pero no pudieron contrarrestar la pujanza y mejor preparación del comesañés”, según relata El Pueblo Gallego. Fue una gran jornada del Comesaña Sporting Club, vencedor por equipos, ya que además de la magnífica actuación de Ramilo sumó el tercer puesto con Álvaro Fernández y el sexto con José Mirás. El Alerta, segundo clasificado, situó a Luis Miró como subcampeón y a Constante Crespo en quinto lugar.

Los dos nombres que se hicieron repetitivos cuando el Gran Premio de Navidad iba solidificando su prestigio, Luis Ramilo y Luis Miró, insistieron en su pugna en 1947, siendo el triunfo para el primero y la segunda plaza para el segundo. “La prueba resultó muy vistosa y entretenida, imponiéndose desde los comienzos el comesañense Luis Ramilo, que evidenció una vez más espléndida forma”, se dijo en El Pueblo Gallego el martes 23 de diciembre. También indica el rotativo que “asistieron muchos atletas debutantes”, venciendo en esta categoría Ángel Díaz.

El de 1948 fue el último año en el que la victoria volvió a caer del lado de Luis Ramilo. Y fue, una vez más, una victoria a lo grande ya que, según El Pueblo Gallego, “mandó siempre en el grupo” y entró destacado en la meta. Enrique Freitas, José Teixeira y Luis Miró le siguieron en la clasificación.

Con niebla y lluvia hubo que correr el domingo 18 de diciembre de 1949, día en el que el Comesaña Sporting Club, con dos conjuntos, se llevó de calle la carrera principal en la que triunfó el ponteareano José Teixeira, del Comesaña B, seguido de José Francisco Mouriño, integrante del equipo A. La lucha entre ambos atletas “adquirió relieves de gran interés durante toda la primera vuelta”, relata Faro de Vigo. Pero una vez superado el Náutico, “fue donde Teixeira comenzó a tomar ventaja que conservó hasta Colón”. Aunque volvió Mouriño a situarse a su lado, la fortaleza de Teixeira acabó siendo irresistible. Se clasificaron 22 corredores y entre los mejores estuvieron estos comesañenses: Adolfo Molares (3º), Carlos Férnández (4º), Ángel Romero (6º) y José Fernández (7º). El primer equipo fue el Comesaña A, seguido del Comesaña B, Alerta, Turista y Cultural de Mos.

Entre los debutantes venció con mucha solvencia Ramón Garrido, del Alerta, llegando a la meta 21 corredores; el Comesaña se erigió también en esta carrera como mejor equipo.

José Teixeira (9) y José Francisco Mouriño (1), seguidos por Carlos Fernández (4), los tres pertenecientes al Comesaña, en la carrera viguesa de 1949 (Fotos: J. Pérez)

Emoción a raudales en la edición de 1950 al decidirse el ganador entre tres corredores, Carlos Fernández (Comesaña), Enrique Freitas y Antonio Teixeira (ambos del Celta), en la mismísima línea de llegada, que se resolvió a favor del primero. En esta prueba destinada a los federados el primero que se hizo notar fue Manuel Augusto Alonso (Alerta), “pero al kilómetro y medio de carrera se desfondó”, refiere Faro de Vigo. Del mando se apoderó entonces Carlos Fernández “marcando rápido el tren de carrera”, lo que no fue inconveniente para que se unieran a él, “faltando un kilómetro para la meta”, Enrique Freitas y Antonio Teixeira, quienes acabaron porfiando por la victoria hasta el último centímetro. A Freitas se le otorgó el segundo puesto y para Antonio Teixeira fue el tercero. Manuel Augusto Alonso, protagonista en un inicio, acabó séptimo. El mejor conjunto fue el del Celta seguido del Comesaña.

Tres representantes del Celta, Benjamín Fernández, Florencio Estévez y Victoriano Márquez, fueron los tres primeros, por este orden, en la carrera de debutantes, donde se clasificaron 25 corredores. El Celta fue el equipo vencedor.

José Teixeira, que ya tenía en su poder la victoria de 1949, volvió a hacerse con ella también en 1951 y perteneciendo igualmente al Comesaña Sporting Club. En Atleta, boletín de la Asociación Viguesa de Atletismo, se reconoce que se encontraba “en buena forma y dispuesto a mejores cosas” en un “duro recorrido” en el que debía afrontarse la subida a la Gran Vía, se pasaba por Traviesas y se emprendía el retorno a la plaza de Compostela. Sin embargo, de su hermano Antonio, también del Comesaña, segundo en meta, se dijo que se hallaba “algo corto de entrenamiento” pero reconociendo que “hay en él un buen “crossman”, lo mismo que se apreciaba en Florencio Estévez (3º), Juan Alonso (4º) y Ángel Romero (5º), los tres del Comesaña, o incluso en los Andrade, José y Juan, “únicos defensores del Bosco frente al poderoso y resurgente conjunto de San Andrés de Comesaña”.

José Alonso, con los colores del Comesaña, fue el ganador entre los debutantes (doce clasificados) y su compañero de equipo, José Gonda, quedó segundo.

Tanto José Teixeira como su hermano Antonio, ambos integrados en el Juvenil de Ponteareas, además de Carlos Pérez, del Alerta, partían favoritos para pelear por el triunfo en 1952. Y se cumplió el vaticinio. Los tres coparon las tres primeras posiciones entre los atletas federados: José Teixeira (1º), Antonio Teixeira (2º) y Carlos Pérez (3º). En siete kilómetros de recorrido, José Teixeira llegó “·plenamente tranquilo a la meta”, según Faro de Vigo; de Antonio se comenta que “todavía tiene que entrenarse más para llegar a su forma de antaño”, y de Carlos Pérez se dice que “sigue mejorando”. Por clubes, el Juvenil de Ponteareas “consiguió un triunfo claro y revelador de ese gran interés que están desplegando en aquella villa por el atletismo”.

En la carrera de debutantes, 2.800 metros, se presentaron 31 corredores, siendo el mejor Rafael Alonso (Comesaña Sporting Club). El club ganador fue el Juvenil de Ponteareas.

El Gran Premio de Navidad no se celebró en 1953 “por falta de medios económicos del organismo creador de dicha prueba”, y tampoco se disputó en 1954, 1955 y 1956.