El mes de septiembre de 1984 (días 8 y 9), las selecciones masculina y femenina de España, Finlandia, Portugal y Galicia contendieron en el estadio de la Residencia de Santiago de Compostela. A decir verdad, los gallegos nunca se habían visto en semejante tesitura pero compitieron con toda dignidad aunque para ellos fueron, en prácticamente todas las peleas, los dos últimos puestos (el cuádruple enfrentamiento se estableció a dos atletas por prueba). El que sacó más provecho de aquella contienda, cuando ya iba declinando la temporada, fue el equipo masculino español con una victoria por la que repicaron campanas de gloria. Así al menos se deduce del titular mostrado en Atletismo Español: “Triunfo histórico sobre Finlandia”. Los antecedentes citaban un Finlandia-España de 1972 en Helsinki con nítida superioridad nórdica, 143 a 67, aunque en 1979, en Bruselas, ya los españoles habían arreglado algo la situación imponiéndose por 117 puntos a 104.
El día 6 de septiembre ya se encontraba la expedición finlandesa entrenándose en Compostela. Entre todos ellos estaba, apoyándose en unas muletas, la fantástica Tiina Lillak, plusmarquista mundial de jabalina en 1982 con 72,40 metros, campeona del mundo de esta especialidad en Helsinki 1983 y subcampeona olímpica en Los Ángeles 1984. A pesar de estar lesionada se había desplazado a Compostela, justificándose así en El Correo Gallego: “A estas alturas no hay nada que hacer en Finlandia. Hace bastante frío y yo quiero estar con el equipo”. Y se manifestó sobre su lesión en estos términos: “Es una larga historia. La primera vez me lesioné a finales de mayo en un encuentro entre países en Alemania y en los Juegos Olímpicos no podía lanzar. Sólo hice dos lanzamientos y me volví a lesionar otra vez. Fui operada dos semanas después de los Juegos Olímpicos”. Pero allí estaba acariciada por un placentero sol vespertino en la grada del estadio. Radiante.
La confrontación, transmitida por TVE, contó con un indeseable visitante: un viento contrario que perjudicó las marcas. El equipo español, en el que figuraba el gallego Benjamín Fernández en los 3.000 metros, se mostró muy eficiente sobre todo en las carreras. Se impuso en diez pruebas: José Arqués, 10.7 en 100; Antonio Sánchez, 21.14 en 200; Ángel Heras, 47.97 en 400; Benjamín González, 1:49.72 en 800; José Manuel Abascal, 3:38.32 en 1.500; Domingo Ramón, 8:31.40 en 3.000 obstáculos; José Alonso Valero, 50.61 en 400 vallas; Alberto Solanas, 7,92 en longitud; Jordi Llopart, 42:10.0 en 10 km. marcha; y el relevo 4×400 con Prado, Sánchez, Alonso y Heras, 3:07.79.
El acaparador de los aplausos más intensos y prolongados fue el santanderino José Manuel Abascal, a quien se reconocía así su fantástica medalla de bronce olímpica en Los Ángeles. Los más jóvenes espectadores lo persiguieron por el estadio y tuvo que firmar un sinfín de autógrafos. Cuando comparecieron las cuatro selecciones, él era el portador de la bandera de España (la de Galicia la llevaba el lanzador Santiago Ortega). Abascal se convirtió en el gran protagonista de la jornada de tarde que abrió el torneo y mantuvo una cena privada con el presidente de la Xunta de Galicia Gerardo Fernández Albor.
Los finlandeses golpearon donde ya se sabía que iban a hacerlo: en los lanzamientos. Consiguieron nueve triunfos: Bryggare, 13.70 en 110 vallas; Levola, 2,19 en altura; Kuusela, 5,20 en pértiga; Pesonen, 16,43 en triple; Toyrila, 19,01 en peso; Tuomola, 60,24 en disco; Juha Tiainen (campeón olímpico en Los Ángeles 1984), 74,20 en martillo; Tapio Korjus (sería campeón olímpico en Seúl 1988), 86,36 en jabalina; y relevo 4×100 con 40.82.
Para Portugal hubo dos victorias y ambas logradas por el mismo atleta: Ezequiel Canario, noveno en 5.000 en los últimos Juegos, prueba en la que hizo 14:05.68 en Santiago mientras que en 3.000 se impuso con 7:58.97. “Demostró una gran superioridad sobre todos los rivales” (Atletismo Español).
Los atletas gallegos se presentaron en todas las pruebas excepto en salto de altura y obtuvieron los dos últimos puestos en todas ellas menos en lanzamiento de martillo, donde César González Fares quedó sexto con 53,48, adelantándose así al portugués Grave con 51,86. Y también conviene reseñar que, aunque se clasificó penúltimo en 3.000 metros, el vigués Alejandro Gómez batió el récord de España juvenil con 8:15.30.
Galicia contó para la ocasión con Santiago Alberto Torres, Salvador Domínguez, Ángel Manuel Vieites, Olegario Rodríguez, Roberto García, Jorge Manuel Mahía, Julio Iglesias, Antonio Cordero, Alejandro Gómez, Javier Fernández Feijoo, Estanislao Durán, Carlos Landín, Rogelio Barragáns, José Luis Domínguez, Antonio Castro, Carmelo Vázquez, Francisco Javier Díaz, Santiago Ferrer, Antonio Fernández, Joaquín Asensio, Emilio de Vicente, Alberto Goitia, Fernando Vidal, Santiago Ortega, Juan José Rodríguez Pol, César González Fares, José Manuel Hermida, Santiago Frade, Raimundo Fernández Vázquez, Enrique Ramón Malvar, Miguel Ángel Prieto, José Bao, Gonzalo Méndez, Alonso Santos y Javier González.
La selección española masculina ganó a la finlandesa por 113,5 puntos a 109,5, superó a la portuguesa por 142 a 81, y a la gallega por 162 a 57.
En cuanto al encuentro femenino, aunque también tuvo puntuación final, se llevó a cabo sin que se disputaran una serie de pruebas: 400, 1.500, 400 vallas, 4×400, peso y disco. En todo caso las finlandesas se mostraron con una indiscutible superioridad. Vencieron en todo lo que se les puso por delante exceptuando los 3.000 metros que fue cosa de la portuguesa Aurora Cunha, sexta en Los Ángeles, sin concesión alguna hacia sus oponentes (9:06.75), y el relevo 4×100 al que no se presentaron, ganando el cuarteto español (Oroz, Cano, Rioné y Minguella) con 46:87.
Las triunfadoras finlandesas fueron: Marjamaa en 100 (11.62) y en 200 (23.83), Ylimaki en 800 (2:05.75), Valkeinen en 100 vallas (14.36), Tirronen en longitud (6,38), Vihanto en altura (1,85), Laaksalo en jabalina (59,74) y OiKavinen en 5km. marcha (23:58.5). El trofeo a la mejor marca femenina lo obtuvo la jabalinista Tuula Laaksalo, cuarta en la cita olímpica un mes antes.
Entre las españolas, en cuya selección se integraban las gallegas María José Martínez Patiño y Fátima Paz, sobresalió especialmente la velocista Teresa Rioné que obtuvo el segundo puesto tanto en 100 como en 200 metros.
La selección gallega, compuesta por Elena Souto, Dolores Rojas, María Esther Martínez, Anne Middle, Eugenia Castro, Estela Estévez, Esther Sierra, Mª del Carmen Rodríguez, Gumersinda Rodríguez, Estefanía Bolaño, Rosa Sierra, Eva Martínez, María Jesús Sanguos, Teresa Rojas, Montserrat Alonso, Elena Sierra y Elena Fernández, hizo acto de presencia con una sola representante en cuatro pruebas. Pero así y todo debe destacarse que Elena Souto quedó delante de la portuguesa Guerreiro en 100 metros, aunque ambas con idéntica marca (12.98); y la misma Elena Souto, con 2:13.54 en 800, dejó atrás a Fátima Paz, la portuguesa Oliveira y a su compañera Eugenia Castro; Estela Estévez, en 3.000, hizo 9:50.33 y aventajó a la portuguesa Ribeiro, 9:55.69; y Rosa Sierra, en 5 km. marcha, se clasificó cuarta con 25:15.5.
En la puntuación final femenina, España cayó derrotada ante Finlandia 34-72, pero ganó a Portugal por 61 puntos a 44 y a Galicia por 74 a 26.
Deja tu comentario