Cara y cruz en los Juegos Olímpicos

David Gómez logró el deseado billete, el que le permitía acudir a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el mes de agosto de ese año en los Campeonatos Iberoamericanos en Huelva. A esta cumbre en la ciudad andaluza llegaron Óscar González y él con la mínima B en su poder, por lo que tuvieron que pelearse sin desmayo por la única plaza olímpica que había en decatlón, salvo, claro, que ambos alcanzaran los 8.000 puntos (mínima A). David, crecido, auténticamente soberbio, se adueñó de la medalla de oro con nada menos que 7.940 puntos, lo que suponía el récord de la competición y algo más que entonces lógicamente no sabía: este guarismo alucinante se convirtió en la máxima puntuación que obtendría a lo largo de su carrera.

En el torneo onubense en el que hubo que esmerarse continuamente, Óscar González terminó en tercer lugar con 7.560 puntos, y entre él y David se incrustó el argentino Enrique Aguirre con 7.703. El más que satisfecho ganador completó las consabidas diez pruebas con estos resultados: 11.03 (100 metros), 7,40 (longitud), 14,19 (peso), 1,90 (altura), 48.60 (400), 14.33 (110 vallas), 40,83 (disco), 4,40 (pértiga), 62,53 (jabalina) y 4:33.44 (1.500).

David Gómez en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004

David Gómez en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004

Después de haber pasado un año en blanco, el de 2002, debido a las lesiones, y aunque ya había podido alcanzar 7.584 puntos en 2003, el atleta de O Rosal donde no se anduvo con contemplaciones fue en 2004 de tal manera que extrajo lo mejor de sí en cada competición en la que intervino. Así, en julio, integrando el equipo español en la Copa de Europa de Pruebas Combinadas (primera división) en Hengelo (Holanda), acabó en segunda posición con 7.580 puntos, superado por el austríaco Roland Schwarz, 7.684.

En esa confrontación continental, los otros atletas españoles quedaron de este modo: 3º, Marc Magrans, 7.541; 12º, Víctor Ruiz, 7.191; y 24º, Agustín Félix, 6.259. España venció frente a las selecciones de Austria, Holanda, Suiza, República Checa, Gran Bretaña, Eslovenia y Grecia (citadas por orden de clasificación).

Sería en Cartagena, el mismo mes de julio, donde, por vez primera, ganó el Campeonato de España absoluto de Pruebas Combinadas con un total de 7.842 puntos, sin que lo hubieran puesto en demasiado compromiso ni Marc Magrans ni Óscar González. Su primer oro nacional al máximo nivel lo conquistó, pues, con estos registros: 11.20 (100 metros), 7,52 (longitud), 14,12 (peso), 1,93 (altura), 49.86 (400), 14.61 (110 vallas), 42,54 (disco), 4,50 (pértiga), 59,97 (jabalina) y 4:40.31 (1.500). Aquí, en este torneo, había hecho suya la mínima B olímpica.

El decatlón olímpico en Atenas 2004 se disputó los días 23 y 24 de agosto. Una vez concluida esta prueba para superhombres, David figuraba en el vigésimo segundo lugar con 7.865 puntos entre los 30 atletas que la habían finalizado (abandonaron nueve). “En Atenas ha competido a saco. Luchando hasta la extenuación, peleando punto por punto hasta caer rendido. Tiene casta. Se lesionó en la altura y siguió compitiendo. Volvió a tener problemas en la pértiga y siguió peleando. En la jabalina más de lo mismo. Acabó el 1.500 m. con un vendaje espectacular, cojeando, pero acabó.” Así, con este entusiasmo, refleja Atletismo Español lo hecho por el gallego. Su rendimiento, prueba a prueba, fue el siguiente: 11.08 (100 metros con viento favorable), 7,26 (longitud), 14,57 (peso), 1,85 (altura), 48.61 (400), 14.41 (110 vallas), 40,95 (disco), 4,40 (pértiga), 60,71 (jabalina) y 4:29.70 (1.500).

La medalla de oro la conquistó el checo Roman Sebrle, que contabilizó 8.893 puntos, batiendo el récord olímpico del británico Daley Thompson (8.847 desde Los Ángeles 1984); la plata fue para el estadounidense Bryan Clay, con 8.820, y el bronce recayó en el kazajo Dmitriy Karpov, con 8.725.

Ya en 2005, David tuvo que enfrentarse en julio a la Copa de Europa de Pruebas Combinadas en Bydgoszcz (Polonia) con el propósito de mantener al equipo español en la Superliga. A pesar de que no acudieron ni Óscar González ni Víctor Ruiz, por coincidencia con los Juegos Mediterráneos, la actuación de quienes allí compitieron fue magnífica: no se produjo el temido descenso y España igualó incluso la mejor clasificación de la historia al ser tercera. David ocupó el tercer puesto con 7.698 puntos (Agustín Félix fue 13º con 7.431 y Francisco José Caro 17º con 7.353), siendo batido por el estonio Mikk Pahapill, 8.149, y el ruso Nicolay Tishchenko, 7.767. Los países contendientes quedaron así: Estonia, Rusia, España, Italia, Francia, Polonia y Alemania.

En los Juegos de Atenas tuvo una brillante actuación

En los Juegos de Atenas tuvo una brillante actuación

 David no fue capaz, ese año 2005, de revalidar su título nacional de pruebas combinadas en Logroño el 16 y 17 de julio. De ese campeonato, en Atletismo Español se escribe: “El calor resultó tan asfixiante que primero freía a los atletas y luego los deshidrataba…” También se señala que, por esta circunstancia, se esfumó el esperado duelo entre David y Óscar González, aunque, naturalmente, las mejores marcas les correspondieron a ellos sin que ninguno superara alguno de sus registros personales. Óscar González venció en tres pruebas (longitud, altura, con un salto de 2,08, y disco) y David lo hizo en cuatro (peso, 400, 110 vallas, con un registro de 14.49, y jabalina, que clavó en 60,35 metros); Marc Magrans se impuso en pértiga al franquear 4,80 metros.

Óscar González, con 7.710 puntos, se proclamó campeón nacional y fue el elegido para acudir a los Mundiales de Helsinki; David se colgó la medalla de plata al obtener 7.667 y la tercera plaza se la llevó Marc Magrans, 7.391.

Un ambicioso David acudiría después a Málaga, donde se disputaron los Campeonatos de España 2005 el 23 y 24 de julio para apropiarse, con toda justicia, de una medalla de plata en los 110 metros vallas. La final la ganó Felipe Vivancos (13.61) “por delante del decatleta David Gómez, que mejoró su marca de siempre hasta 14.09 e hizo recordar al Antonio Peñalver de su mejor época, que también propinó buenos sustos a los vallistas “altos” en su día”, según cuenta Atletismo Español.

Sería en San Sebastián, en agosto de 2007, cuando nuestro hombre de O Rosal se adjudicaría el segundo título nacional de decatlón al sumar 7.470 puntos, habiéndose subido al podio con él Víctor Ruiz, 7.263, y Ángel Barreda, 7.183.

De ese decatlón en pistas donostiarras conviene explicar que comenzó con dominio de Ángel Barreda tras las dos primeras pruebas, pero…  “Las tornas cambiaron en el peso, cuando ese enorme talento que es David Gómez se colocó en cabeza, manteniendo su primacía al final de la primera jornada con 3.821 puntos…” (Atletismo Español). Y de cómo se desenvolvió el atleta gallego el segundo día comenta: “… incrementó su renta imponiéndose en sus predilectas vallas con una marca potente de 14.53, a la que adicionó un latigazo en jabalina de 64,08 metros, impresionante para alguien que reconocía no haber tocado el implemento en los dos meses anteriores por los eternos problemas físicos, después de un invierno duro de trabajo en el que llegó a perder 10 kilos de peso”.

La mínima olímpica para los Juegos de Pekín 2008 la consiguió cuando quedó campeón de España de decatlón en Santa Cruz de Tenerife el 26 y 27 de julio. Se trataba de su tercer título nacional y, en esta ocasión, lo que sumó fueron 7.736 puntos, mientras que Óscar González y Álvaro Contreras no pasaban de 7.643 y 7.625, respectivamente. Prueba a prueba, esfuerzo a esfuerzo, David fue realizando estas marcas: 11.18 (100 metros), 7,43 (longitud), 14,02 (peso), 1,88 (altura), 49.28 (400), 14.53 (110 vallas), 39,22 (disco), 4,50 (pértiga), 56,67 (jabalina) y 4:33.95 (1.500).

En la referencia que ofrece Atletismo Español de lo realizado por David Gómez en Pekín el mes de agosto hay dos palabras que lo explican todo: “Compitió lesionado”. No debe extrañar por lo tanto que finalizara ese decatlón en el puesto vigésimo quinto entre los 26 atletas que lo completaron, aunque lo habían iniciado 40 (se retiraron, pues, 14). “No mejoró ni una de sus diez mejores marcas y se movió siempre entre los últimos puestos de la prueba”. Su actuación se resume así: 11.12 (100 metros), 6,85 (longitud), 13,58 (peso), 1,81 (altura), 49.27 (400), 14.61 (110 vallas), 40,17 (disco), cero en pértiga por sus tres nulos sobre 4,00 metros, 62,22 (jabalina) y 4:30.74 (1.500). Los puntos totalizados fueron 6.876.

En los 100 metros del decatlón en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008

En los 100 metros del decatlón en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008

El mismo David contó en su web las peripecias sufridas en su segunda comparecencia olímpica subrayando que nunca había tenido un decatlón “tan problemático” en su vida. Su testimonio es desgarrador: “Sabía que el pie me iba a dar problemas… en longitud no fui capaz de acabar la batida en ningún salto, cada uno era un suplicio, mi intención era hacer uno primero bueno y dejarlo, pero no di enganchado ni uno”. Y prosigue: “En la altura fue mucho peor, el dolor era insoportable. No pude ni calentar. Después pasé la noche fatal, por sudores y fiebre a causa de estar todo el día mojado y pasando frío en la pista”.

Lo peor de esta lamentable situación es que las cosas no mejoraron después ya que, según cuenta, dos horas antes de iniciarse la segunda jornada no sabía si podría estar sobre el tartán “pues tiritaba de fiebre y con náuseas”, aunque a este mal se acabó poniendo remedio “gracias a las pastillas mágicas del médico”; “me bajó la fiebre y decidí continuar”. Pero lo cierto es que siguió sufriendo un calvario. “No di pie con bola en las vallas”, refiere, porque se mostraba “cansado y sin fuerzas”. “Pocas veces me encontré así en una competición”. Y por si esto fuera poco añadió tres nulos en el salto con pértiga. “No pude talonar en condiciones ya que cada vez me costaba más correr”.

Los tres mejores del decatlón olímpico en Pekín fueron: Bryan Clay (Estados Unidos), oro con 8.791 puntos; Andrei Krauchanka (Bielorrusia), plata con 8.551; y Leonel Suárez (Cuba), bronce con 8.527.

Después de haber estado en los Juegos Olímpicos de Pekín sufriendo más que disfrutando, David optó por darle un giro al rumbo que llevaba. Lo que decidió fue marcharse para la Blume madrileña. “El entrenamiento en Vigo no estaba funcionando y necesitaba un cambio”, manifiesta. “Llevaba muchos años bajo el mismo sistema de entrenamiento y las lesiones crecían exponencialmente”. Pero no es menos cierto que, tal como recuerda, desde el momento en que Jesús Lence se ocupó de “la preparación física, las cosas mejoraron”, aunque no todo radicaba en eso. “Necesitaba también un cambio de rutina y el poder acceder a mejores medios e instalaciones. No quería retirarme sin probar algo como la Blume”. El momento, pues, había llegado y, tal como dice, “si la cosa salía mal tenía cuatro años para evaluarlo”.

Estuvo dos años en la Blume, pero su estancia no resultó del todo grata. Considera que fueron dos años “poco productivos”, resaltando que llegó allí “con una lesión, que nunca se curó, y conseguí otra. De ambas me operé en julio de 2010 y me volví a Vigo”. Evidentemente, también es capaz de entrever el lado positivo de aquel momento. Que de todo hubo. “Tuve nuevas vivencias y tal vez me valieron para ver el atletismo desde otro punto de vista”, resalta. Reconoce que adquirió una “mayor sabiduría” que supo aplicar tan pronto como se metió en un nuevo papel. “Creo que lo que más me aportó fue recursos para ejercer como entrenador, cómo tratar y no tratar a los atletas”.

En la cita olímpica de Pekín compitió lesionado

En la cita olímpica de Pekín compitió lesionado

En la Blume tuvo de entrenador a José Luis Martínez, con el que no se acabó de establecer una ideal sintonía. Algo, en todo caso, que no cogió por sorpresa a David. Conocía a la perfección lo que se iba a encontrar. “Antes de ir a la Blume ya sabía que José Luis y yo teníamos personalidades muy diferentes, pero era él el que tenía los mejores medios (fisioterapeutas, médicos, módulo cubierto, material, residencia, etc.) y el que había entrenado a todos los 8.000 españoles. Si conseguía que yo hiciese 8.000 puntos, estaba dispuesto a soportar lo que fuese”.

La realidad de lo que fue sucediendo acabó marchitando las esperanzas que se había llevado en la maleta. “Al final las lesiones me siguieron sin perdonar y el método de trabajo no me convenció”.  Hasta que llegó el momento crucial de la ruptura. “Después de operarme al final de la temporada 2010, le dije a Martínez que me gustaría volver a mi casa a rehabilitarme y cuando estuviese preparado, sobre el mes de abril eran los cálculos, volver a la Blume y seguir entrenando con él. Su respuesta fue `o todo o nada´, así que ahí fue cuando decidí que me volvía a Vigo y me buscaría las castañas”.

Martirizado por las lesiones, no tuvo actividad alguna ni en 2009 ni en 2010, pero surgió otra vez con toda su fuerza en 2011 para conquistar en Málaga un nuevo título nacional. “El decatlón fue una de las pruebas más emotivas”, se dice en Atletismo Español. “Sólo se decidió en los 1.500 lisos. El duelo fue tremendo entre el gallego David Gómez y el local Óscar González”. David hizo 7.298 puntos y Óscar González 7.193; la tercera plaza la ocupó Juan Estruch con 6.931.

Si desde que era bien joven nunca estuvo dispuesto a rendirse, tampoco lo hizo cuando se aproximaban los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Quería estar en ellos y por eso afrontó desesperadamente la última oportunidad que se le brindaba. Lo intentó en julio en Vigo, en   Balaídos. Allí se vivieron dos jornadas inenarrables, algo jamás visto y que sorprendió muy gratamente a David. Todo el mundo, atletas, entrenadores y público, le ayudó en lo que pudo. Nadie se relajó ante su causa. “El ambiente en la pista este fin de semana ha sido brutal, mirase a donde mirase siempre había alguien animándome”, escribió el interesado en su web. Se entregó en el esfuerzo de manera ejemplar pero no pudo alcanzar lo que perseguía. Se quedó únicamente a 78 puntos de obtener la mínima B, con un total de 7.872 puntos, la segunda puntuación más alta de su carrera que le permitió terminar primero en el ranking nacional ese año (David también fue líder en este escalafón en 2004, 2008 y 2013). Su debilidad estuvo lanzando el disco al conseguir solo 38,24 metros. Faro de Vigo subrayó sobre su actuación que “un esguince cervical” lo había limitado, pero destacaba al mismo tiempo “los 4,62 metros de su récord personal en la pértiga como prueba de su magnífico estado de forma actual”.

El atleta de O Rosal realizó un decatlón con mucho sufrimiento en Pekín

El atleta de O Rosal realizó un decatlón con mucho sufrimiento en Pekín

No estuvo en los Juegos de la capital inglesa pero sí en Pamplona, en agosto, donde se haría con un título nacional más de decatlón y con una superioridad aplastante: los 7.580 puntos que sumó no se parecen en nada a los 6.950 del subcampeón José María Peña ni a los 6.753 de Javier Pérez, tercer clasificado; el que estuvo más cerca de David fue el portugués Tiago Martos, quien, compitiendo fuera de concurso, finalizó con 7.188.

Alcobendas, 27 y 28 de julio de 2013. Fue aquí donde David conquistaría su sexto y último título de campeón de España de decatlón. La ocasión fue estupenda para que en Atletismo Español lo hubiesen visto con los mejores ojos: “No se cansa de intentar alcanzar la barrera de los ocho mil puntos, y tampoco de dar lecciones de veteranía y profesionalidad. David Gómez venía lastrado por dolores de garganta y antibióticos, y se dedicó a hacer lo que mejor sabe: ganar”.

Los 7.484 puntos que obtuvo fueron consecuencia de la siguiente actuación: 11.45 (100 metros), 7,13 (longitud), 14,13 (peso), 1,89 (altura), 50.58 (400), 14.77 (110 vallas), 38,86 (disco), 4,40 (pértiga), 57,94 (jabalina) y 4:38.52 (1.500).

David se encontró con la fuerte oposición del canario Jonay Jordán (7.428), del que se escribe que “estaba haciendo una buena combinada pero su deficiente prueba de medio fondo le impidió disputar el título al gallego”. Y tercero quedó Jorge Ureña (7.358) afirmándose de él que “todo calidad y genética, consiguió por fin sacar el disco de la jaula”.