En el preciso instante en que se puso en marcha el Campeonato de España de clubes de cross, el año 1966, el Real Club Celta contaba con atletas de indudable calidad, por lo que dominó la competición de manera abrumadora. Durante cuatro temporadas consecutivas nadie lo desbancó del primer puesto. Sus triunfos los gestó siempre en el mismo escenario: la Casa de Campo de Madrid.
La historia no ha querido, sin embargo, que fuera el conjunto vigués el que se asomara al palmarés por vez primera. En 1966, el triunfo le correspondió al Club Fútbol Barcelona (en categoría júnior y senior, tras carrera conjunta), con el Celta en segunda posición. Los siete kilómetros de recorrido fueron principalmente una lucha entre Mariano Haro y Aritmendi, resuelta a favor del primero, mientras que el segundo fue superado al final por el céltico Javier Álvarez Salgado. En quinto lugar llegó otro celeste de renombre: Carlos Pérez, mientras que el tercer componente del club olívico, Rubén Sanmartín, lo hizo en el puesto 29. A resaltar, la sexta posición del vigués Manuel Augusto Alonso, fichado en el Club Fútbol Barcelona.
En 1967, la victoria individual en la carrera júnior-senior se la llevó Fernando Aguilar, quien encontró la mayor oposición en el infatigable Mariano Haro, segundo. El mejor del Celta fue Carlos Pérez, quinto, y Manuel Augusto Alonso, integrado ese año en el club de su ciudad, quedó séptimo. El Celta no pudo en esta ocasión con el RCD Español.
De todos modos, aquel año de 1967 se estableció que hubiese un triunfador absoluto una vez contabilizado lo hecho en cada una de las categorías (en juveniles ganó el céltico Rafael García y el Celta como equipo), por lo que la victoria se la adjudicó el conjunto de Vigo, con la Sociedad Atlética Avilesina en segunda posición y el Club Natación Reus en la tercera.
Un año más tarde, es decir, en 1968, el Celta ya fue el mejor equipo, con el J.A. Sabadell y la Real Sociedad de segundo y tercero, tras la carrera júnior-senior en la que se impuso Mariano Haro seguido de Javier Álvarez Salgado y José María Morera. Pero como el equipo vigués tenía mimbres, situó entre los diez primeros a Carlos Pérez, quinto, y Manuel Augusto Alonso, noveno.
La década de los 60 estaba llegando a su fin. Y el Celta la cerró por todo lo alto en 1969. Javier Álvarez Salgado, uno de los grandes de verdad, tuvo una actuación soberbia en los aproximadamente ocho kilómetros de carrera. Ya en el tramo final de la misma ayudó a levantarse del suelo tras una caída a José Mª Morera y se fue tras Mariano Haro, que no se había enterado del percance de Morera, al que rebasó en su camino hacia la meta. Tras el primer puesto de Salgado (segundo y tercero fueron Haro y Morera) sobresalieron otros célticos: Carlos Pérez, cuarto; Manuel Augusto Alonso, séptimo, y Rubén Sanmartín, octavo. La victoria del Celta fue inapelable, mientras que la segunda y tercera posición, con dos puntos de diferencia entre ambos, fue para el J. Atlética Sabadell y el Ministerio del Ejército de Madrid.
Se criticó la ausencia de atletas de primer orden en la edición de 1970, quedando así deslucida la carrera senior por el abrumador dominio del Celta. Venció Salgado, con Carlos Pérez segundo y Juan Hidalgo, del Vallehermoso, tercero. Pero otros representantes del equipo vigués se hicieron notar al quedar Rubén Sanmartín cuarto, y Alonso, décimo. En el decimoquinto lugar se situó Rafael García, que había ganado en 1966 y 1967 de juvenil y en 1969 de júnior.
Como primer club senior se clasificó el Celta, y a considerable distancia quedaron los madrileños Vallehermoso y Canguro.
Conviene hacer hincapié aquí, cuando se relata lo sucedido en 1970, que el Celta participó aquel año en la Copa de Europa de clubes en la localidad belga de Arlon, consiguiendo la tercera posición al ser superado por el F.C. Lieja (Bélgica) y el City Stoke (Inglaterra). Pero el equipo vigués quedó por delante del Darmstadt (Alemania), el Pro Patria Milán (Italia), el Ciko (Holanda) y el Berna (Suiza). “Fue la primera medalla que consiguió a nivel internacional un club español”, indica el carismático entrenador céltico Alfonso Ortega.
La representación de Vigo, al frente de la cual iba el citado Ortega, realizó el viaje en tren hasta Arlon, lo que le llevó prácticamente 48 horas, con el consiguiente cansancio. “Recuerdo que Salgado venía de la Patagonia, de correr un 5.000. Lo tuvimos que esperar en Irún”. De este modo, como señala el técnico, el portentoso Salgado pasó en pocos días de correr con treinta y tantos grados de temperatura a hacerlo bajo cero puesto que la carrera en Arlon se llevó a cabo con nieve.
Dos días completos de tren dan para mucho. “Estuvimos jugando a las cartas todo el tiempo”, rememora Rubén Sanmartín. A pesar de todo, los atletas de la camiseta celeste lucharon con entusiasmo y obtuvieron estas posiciones: Álvarez Salgado (5º), Ramón Sánchez Ferreira, que era júnior (11º), Ramón Tasende (14º), Carlos Pérez (16º) y Rubén Sanmartín (26º).
De “día criminal en la Casa de Campo” calificó Atletismo Español el 17 de enero de 1971 cuando el Celta obtuvo su cuarto triunfo. “La nieve cambió el color del verde terreno y alteró el ambiente atmosférico”. Al formarse “como una lámina de hielo” se hizo complicado correr y se produjeron algunas caídas.
De izq. a dch. Álvarez Salgado, Rubén Sanmartín, Carlos Pérez, Tasende y Fernando Alonso, campeones con el Celta en 1971
Para el Celta pareció no haber contratiempo y su triunfo fue incontestable, con un Javier Álvarez Salgado dominando a placer. Tras él quedó un renacido Ramón Tasende, pues el cronista de Atletismo Español lo había visto “apagado” las dos últimas temporadas. “Por fortuna para el atletismo español”, se escribió, “Tasende ha ganado con incorporarse al Celta y el Celta ha ganado al incorporar a Tasende a sus filas”. En el tercer puesto de honor se situó Antonio Burgos, del Ministerio del Ejército, con los célticos Carlos Pérez y Rubén Sanmartín de sexto y octavo.
Indudablemente, el mejor equipo senior fue, con mucho, el Celta, ocupando el Real Madrid y el Vizcaya Club el segundo y tercer lugar.
Por si alguien había creído que la nieve de la Casa de Campo había podido beneficiar a los atletas del Celta, el hombre que mejor lo representaba, Alfonso Posada, mencionó en Marca que acaso los equipos de puerto de mar fueran los más perjudicados. “Puede que alguno haya visto la nieve por vez primera en su vida”, dijo. “Te puedo asegurar que en Vigo no la conocemos más que por televisión”.
Grandes tiempos grandes recuerdos. Participe como junior (Real Madrid) en esa carrera. Siempre me relacione y admiré a los compañeros del Real Club Celta de Vigo. En junior Ferreira un año mayor que yo.
Muy bonita la publicación
Enhorabuena por el blog.
Tienes que escribir sobre el Gran Premio de A Coruña al que vinieron los keniatas que deslumbraron en Mejico68 y en el que Mariano Haro le ganó a Temu, campeón olímpico.
También del GP del año siguiente y la participación de Robert Seagren campeón olímpico de pértiga en Méjico.
Besti