Revolución en el peso

Cuando consiguió su primer título nacional absoluto lanzando el peso en 2020, Belén Toimil (Mugardos, A Coruña, 1994) dejaba atrás muy gustosa siete años en los que había sido subcampeona por el inexorable dominio que había ejercido Úrsula Ruiz en esta especialidad. Pero a partir de ese momento en el que se inició la era Belén Toimil, todo resultó más satisfactorio para ella ya que en 2021 se apoderó del récord de España y también estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Tokio, la cumbre de los acontecimientos deportivos.

Los Campeonatos de España 2020 tenían que celebrarse el mes de junio y se llevaron a cabo en septiembre por culpa de la covid-19. Las pruebas se dispersaron en distintos escenarios de Madrid, Alcobendas y Getafe, disputándose el lanzamiento de peso en el Centro Deportivo Municipal de Moratalaz el día 12. Aunque Belén inició el concurso con unos flojos 14,78 metros (Úrsula Ruiz arrancó con 16,11), tras su segundo lanzamiento (16,18) tuvo el horizonte despejado y finalizó con una mejor marca de 16,20, ya que Úrsula Ruiz sólo realizó otro tiro válido de 16,07. La atleta murciana cedía el testigo después de haber logrado nada menos que doce campeonatos de España consecutivos.

Belén Toimil en los Campeonatos de Europa en sala 2021 (RFEA)

Belén se adentró en este torneo absoluto en 2011 cuando tenía 17 años y su puesto final fue el quinto al conseguir una marca de 14,01 metros, y un año después se adjudicaba ya una medalla como tercera con 14,91. Desde entonces se aferró a la segunda posición con enorme tenacidad porque Úrsula Ruiz todavía estaba muy alejada. Claro que una vez superada en 2020, lo mismo sucedió en 2021 en Getafe, donde Belén se llevó el récord de los campeonatos al haber alcanzado 18,52 metros (la murciana fue subcampeona con 16,31). En 2022, en Nerja, el tercer título de la gallega lo obtuvo con 17,80, mientras que la segunda clasificada, Mónica Borraz, se quedaba en 15,98. También en esta competición en Nerja Belén Toimil intervino en la prueba de disco, siendo la sexta clasificada con 48 metros 66 centímetros, y llevándose la victoria June Kintana con 54,98. (Belén posee una marca de 50,42 metros en disco realizada en 2013).

Pero se hace necesario retroceder hasta el año 2019 por algo fundamental, porque hay que considerarlo capital en el discurrir atlético de la joven de Mugardos. Se produjo en ella un cambio en la forma de lanzar el peso: dejó de hacerlo de manera lineal y se decidió, con el sabio consejo de su entrenador Carlos Burón, por utilizar la técnica rotatoria.

“Llevábamos un tiempo estancados, con lesiones (…) Así que pensé otras opciones”, comentó en La Voz de Galicia Carlos Burón, el hombre que lleva años preparándola en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León. “Como en el pasado ella compaginó peso y disco, un día le dije `coge la bola y lanza el peso con el estilo de rotación del disco´”.  Y Belén compaginó aprendizaje y dudas, que lógicamente las tuvo. “Acabó esa temporada y hablé con ella”, continúa Burón. “Probaríamos la rotación y demandaba de ella un mayor compromiso y concentración. Y la verdad es que esas palabras tuvieron un efecto importante y desde ese momento mejoró en todo”. También debe añadirse que por aquel tiempo Belén Toimil empezó a trabajar con una nutricionista, lo que le llevó a perder 20 kilos.

En febrero de 2020, en una competición de pista cubierta en Valencia, una espectacular Belén lanzaba 17 metros 21 centímetros (récord gallego), que le habrían de otorgar el primer puesto del ranking nacional en sala. “Estoy supercontenta con esa marca porque no iba con expectativas de nada”, manifestó en La Voz de Galicia. “Cambié la técnica de lanzamiento e iba un poco a ciegas, pero físicamente me he entrenado muy bien este invierno…” Y confesó algo que se antoja crucial. “Llevaba en mente volver al lineal si no me salía pero ahora ya puedo confirmar que me cambio al giratorio. Aunque no lo tengo perfecto ya conseguí lanzar 17 metros y está muy bien, significa que funciona”.

Una vez que Belén le había arrebatado por vez primera el título nacional al aire libre a Úrsula Ruiz en 2020, hizo lo mismo en el torneo de pista cubierta celebrado en el Polideportivo Gallur (Madrid) en febrero de 2021. Belén desplazó en esta ocasión el peso a 17 metros 81 centímetros en su tercer lanzamiento (sólo tuvo otro válido, el primero, de 17,76), y Úrsula Ruiz fue segunda con 16,24, ocupando la tercera plaza Mónica Borraz con 14,92. Úrsula caía de nuevo cuando tenía acumulados once triunfos en sala (desde 2010 a 2020). “No he perdido el Campeonato, lo he disfrutado y qué mejor que asistir al relevo de Belén, que es mi niña”, dijo Úrsula en el diario Marca. Con anterioridad a esta cita nacional en Gallur, Belén ya se había impuesto con enorme autoridad a Úrsula el 6 de febrero en Barcelona en los Campeonatos de España de clubes femeninos. La atleta de Mugardos lanzó 17,86 y la murciana 15,62.

En los Campeonatos de España de pista cubierta 2021 (RFEA)

Pero habría de ser el 4 de marzo de 2021, en los Campeonatos de Europa de pista cubierta en Torun (Polonia), donde Belén Toimil sobrepasaría todos sus límites con un derroche de energía inaudito siendo capaz de posar la bola a la distancia de 18 metros 64 centímetros. ¡Récord de España! Con semejante y sorprendente latigazo, aquel auténtico proyectil hacía descabalgar como plusmarca la que poseía Martina de la Puente (17,94) desde 1996. Además, estos 18,64 de su primer lanzamiento le permitían un puesto para disputar la final y le otorgaban también la plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio. “Estoy flipando”, exteriorizó a la RFEA una más que alegre Belén. “También muy contenta porque… por fin. Sabía que 18 podía hacer, es increíble, aún lo estoy asimilando, pero tampoco quiero volverme muy loca porque mañana es la final. ¡Qué pasada!”.

El día después su entrega, sin ser lo sublime del día anterior, le permitió situarse en una muy buena séptima posición y un mejor lanzamiento, el último, de 18,01, después de haber realizado dos intentos de 17, 41, el segundo, y 17,80, el cuarto. Las tres acaparadoras del podio europeo superaron los 19 metros: la portuguesa Auriol Dongmo, 19,34, la sueca Fanny Roos, 19,29, y la alemana Christina Schwanitz, 19,04.

Al llegar a Tokio el mes de julio de 2021 para intervenir en los Juegos Olímpicos, una entusiasmada Belén ya había situado su plusmarca nacional de peso en 18 metros 80 centímetros en un torneo celebrado el 29 de junio en Castellón. Y era, en este nuevo escenario competitivo, una mujer feliz y emocionada. Lo que iba a vivir bien valía la pena. Con el ansiado propósito de hacerse con un lugar en la final se colocó con todo el ánimo en el círculo de lanzamiento el viernes 30 de julio de un ya inolvidable 2021. Y si la calificación es siempre complicada, se le complicó todavía más cuando sus dos primeros lanzamientos fueron nulos. Se lo jugó a una carta en el tercero y la bola, aunque se fue lejos, a 17,38 metros, no lo suficiente como para poder ser finalista. Le truncaron ese gran momento unos pocos centímetros. “Es una pena porque me encontraba muy bien y sabía que podía hacer la marca que me pedían”, declaró ante las cámaras de TVE. “No fueron nervios, estaba tranquila, pero no me salió. Lo intenté a muerte, salieron dos nulos por fallos de la técnica, y me da pena porque sé que soy capaz de hacerlo mucho mejor”.

La siempre alegre y jovial Belén comentó sobre sus vivencias olímpicas en las redes sociales lo que sigue: “Que yo creía que estaba soñando pero no! He participado en mis primeros JJ.OO. Han pasado unos días desde mi competición y me han venido bien para asentar las emociones. El viernes tras la prueba no podía parar de llorar de rabia y frustración. Lo deseaba tanto… No pude demostrar todo el trabajo que me llevó a estar ahí. Pero lo di todo, estuve ahí y lo intenté hasta el final. Porque no salió, pero saldrá. Ahora sé que luchar por una final olímpica es posible”.

La atleta de Mugardos comentó sobre su acercamiento al atletismo en la web de la RFEA que lo suyo había sido “un poco por casualidad”. Tenía nueve años cuando sus padres la apuntaron a actividades extraescolares para que hiciese algo de deporte “pero”, dijo, “ninguna me terminaba de llamar la atención”. Hasta que la llevaron al pabellón municipal de Mugardos para que practicase atletismo con Ramiro Couce, que fue su entrenador varios años. “Como no me gustaba mucho correr, me dijo que probase a lanzar la bola de peso y se me daba bien”. Acabó yendo con él a entrenarse en las pistas de atletismo de Narón. Cuando Belén estudiaba cuarto de la ESO ya se fue al Centro Gallego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra donde la dirigió Javier Viñas durante tres años y, superado este tiempo, se marchó para León para ser entrenada por Carlos Burón en el CAR.

Compitiendo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (RFEA)

El peso y el disco fueron sus utensilios necesarios para ir escribiendo una biografía de éxito desde que ganó sus primeros títulos en los Campeonatos de España sub-16 en 2009. Pero igualmente hizo como sub-18, como sub-20 y como sub-23; además, naturalmente, estuvo presente en diferentes certámenes de alguna de estas categorías a nivel europeo y mundial. Incluso ya era capaz de sobrepasar los límites y asistir, como hizo en 2016, con 22 años, a los Campeonatos de Europa en Ámsterdam (Países Bajos). Allí se produjo su debut en la alta competición. Y el 6 de julio, aunque buscó superar la mínima para entrar en la final (17,30 metros), acabó penúltima de su grupo con 16,00 y sin premio, claro.

El de 2017, cuando todavía podía intervenir en competiciones sub-23, fue un gran año para ella, superándose casi constantemente y llegando a ir más allá de los 17 metros (17,38). Es posible que le ayudara su trabajo con las pesas, el caso es que llegó a decir que “por fin notaba que tenía seguridad en la técnica del lanzamiento”. Pero eso no parecía ser todo. “Lo que más me influyó”, dijo, “creo que fue la confianza en mí misma que desarrollé trabajando con el psicólogo deportivo del CAR de León, José Lombo”.

Acudió ese año 2017 a los Campeonatos del Mundo en Londres (Reino Unido). No se lo esperaba. “Había mirado la lista de reservas pero no tenía en mente que me pudieran repescar, pero fui subiendo (…) Me parecía imposible poder estar en el mundial absoluto, pero ese tiro de 17,38 metros en Pontevedra me valió para ir”, explicó en La Voz de Galicia. Sobre el terreno, su primer lanzamiento llegó a 16,20, el segundo a 16,38, y el tercero fue nulo. Quedó así eliminada en la calificación situada en el puesto vigésimo sexto.

Intenso verano el que estaba previsto en 2022 con dos acontecimientos de postín: los Mundiales de Eugene, Oregón (Estados Unidos) en julio y los Campeonatos de Europa en Múnich (Alemania) en agosto. Y en ambos estuvo la atleta gallega.

En la ciudad estadounidense no llegó a la final. Inició su actuación con un lanzamiento nulo, siguiéndole otro de 16,75 y uno último de 17,48 pero que fue insuficiente para avanzar en la competición (se entró en la final con 18,57 y ella había accedido a la cita mundialista con una mejor marca de la temporada de 17,98).

Donde pudo prolongar más la competición fue en Múnich. Todo sucedió el mismo día 15 del mencionado mes de agosto. Entró en la calificación lanzando 17,09 y a continuación, tras un nulo, llegaría su mejor intento, 17,72, lo que le valió para ser la cuarta de su grupo que encabezó Jessica Schilder con 18,95. “Estoy contenta con la actuación y sobre todo por haberme sobrepuesto a los primeros lanzamientos”, manifestó Belén. Y horas más tarde disputaría la final en la que consiguió la décima posición con 17,86. Las tres medallas en liza se las llevaron Jessica Schilder, 20,24; Auriol Dongmo, 19,82; y Jorinde Van Klinken, 18.94.