Campeona mundial sub-20
La viguesa María José Martínez Patiño (1961), que sobresalió como vallista, tuvo entre sus alumnos a los que enseñaba atletismo en Ribeira a Ana Peleteiro cuando esta era una niña de unos cinco años. “Era muy pequeña y el trabajo que realizaba era de iniciación y de juegos”, dice la ahora profesora universitaria. “Hacía de todo y creo que todo le gustaba excepto las vallas…” El rechazo que le produjeron los obstáculos fue debido a un tropiezo que tuvo con ellos. Pero María José agrega que “tenía unos pies maravillosos y muchas ganas de correr”.
Cuando la exatleta viguesa emprendió una nueva etapa en la Universidad de Vigo, se llegó hasta Ribeira para proseguir con aquel trabajo de preparación de aprendices de atleta el también vigués y olímpico en Barcelona 1992 José Carlos Adán (1967). En julio de 2012, contó en la revista Atletismo Español que Ana Peleteiro, con unos nueve años, ganaba a los niños de catorce jugando al clásico juego del pañuelo. Nadie la cogía, ni el mismo Adán si se ponía a ello. Su equipo siempre ganaba ante la incapacidad de darle alcance. Dice que era “increíble”. Pone de relieve que era “buena en todo”; si saltaba nunca se veía superada, era rápida y, recuerda, “sin entrenar, con diez años, quedó segunda en el campeonato gallego de cross, cuando lo más largo que había entrenado eran las cuatro vueltas de calentamiento que daban a la pista” los dos días que él estaba con aquellos niños.
El entrenador Abelardo Moure (Pobra do Caramiñal, 1979) cogería posteriormente el relevo en la preparación de Ana Peleteiro y la llevaría, con 17 años, a conseguir un descomunal triunfo en Barcelona cuando logró la medalla de oro en triple salto en los Campeonatos del Mundo sub-20 en julio de 2012, con la mejor marca española sub-18 (14,17). Ya por entonces la atleta de Ribeira venía, año tras año, haciéndose notar: fuera campeona de España sub-16 en 2010 tanto en longitud como en triple en pista cubierta, y en 2011 lo fue, como sub-18, en triple salto bajo techo y al aire libre. Y estuvo también presente este año 2011 en Lille (Francia) en los Campeonatos del Mundo sub-18, de donde se llevó la medalla de bronce con un salto de 12,92, siendo la suya la mejor actuación de los españoles.
El día 11 de julio de 2012, en el estadio olímpico de Montjuic, Ana Peleteiro se clasificaba, siendo segunda, para disputar la final de triple de los Campeonatos del Mundo sub-20 al saltar 13 metros y 63 centímetros. La final se disputaría un día después y Ana llegaría en ese crucial momento a 14,17 en su tercer intento, la misma marca que realizó la lituana Dovilé Dzindzelaité, siendo la tercera posición para la cubana Liuba M. Zaldívar con 13,90. Ana Peleteiro tuvo en su concurso otros tres saltos válidos de 13,64, 13,06 y 13,80. Como su marca de 14,17 la realizó fuera de plazo no pudo acudir a los Juegos Olímpicos de Londres.
Sobre este acontecimiento, Jorge González Amo dejó constancia en Atletismo Español de su admiración por el pertiguista Didac Salas, al que calificó de “competidor impresionante”, y lo mismo hizo al referirse a Ana Peleteiro: “Impresionante su competición, impresionante cómo talona, impresionante con qué velocidad llega a tabla, impresionante cómo absorbe la caída y rebota. Impresionante Ana Peleteiro”. Y deja sobre el papel un dato más que significativo: “Su mejora en esta competición desde la calificación hasta el salto de 14,17 ha sido de 64 centímetros y con cinco saltos por encima de su anterior plusmarca”.
Por su parte, el técnico Abelardo Moure manifestó en El Correo Gallego el sábado 14 de julio: “Sabíamos que era opción de medalla, pero yo, que la entreno todos los días, soy el primer sorprendido de lo que consiguió y cómo lo hizo”. Porque dijo más: “Saltó con una técnica y ritmo de carrera distintos al de toda la vida. Lo cambió el miércoles. Lo tuve reservado toda la temporada para este Mundial”.
Después de ese espectacular salto de Ana, Abelardo Moure estaba plenamente convencido de que todo era debido al entrenamiento y no a sus condiciones naturales. “Hace tres temporadas”, explicó, “no estaba ni entre las quince mejores de España. Todo esto es fruto del trabajo”.
También aportaba su punto de vista Isidoro Hornillos. “Ella entrena en A Pobra, en una pista normalita. Le da más valor porque demuestra que cuando se tienen buenas condiciones, un buen entrenador y lo mínimo necesario para practicar este deporte se pueden conseguir grandes cosas, sin necesidad de irse fuera de su entorno”.
En marzo de 2013, Emeterio Valiente recordaba con Ana Peleteiro en Atletismo Español aquel magnífico triunfo en Barcelona y se preguntaba cómo era posible “mejorar más de medio metro” el récord de España en una competición, a lo que la atleta le respondió: “El hecho de que yo hubiese mejorado en el campeonato tan de repente más de 50 centímetros, fue muy simple: había afinado para la competición pero además, incluimos un paso más en la carrera, lo que produjo que consiguiese más velocidad en la entrada a tabla y de esa manera pude alcanzar los 14 metros”.
De su salto de 14,17 que le supuso el triunfo de oro, quiso conocer Emeterio Valiente cuándo la atleta había notado que era “especialmente bueno” y también lo que había podido hacer realmente bien en ese salto. Y Ana le dijo: “Yo ya sabía que el salto sería el mejor antes de dar la primera zancada”. Y lo justificó de este modo: “La adrenalina que notaba era algo que nunca había sentido. Eso me hizo correr mejor técnicamente, tener más velocidad y aguantar el tiempo de vuelo en cada salto”.
Al requerírsele a Ana una opinión sobre su entrenador Abelardo Moure, comentó: “Es una persona que tiene las cosas muy claras, y conmigo quiere ir muy poco a poco, sin forzar. Le encanta el atletismo y sobre todo las pruebas técnicas, como los saltos o los lanzamientos”.
Sin embargo, la unión que mantenían entrenador y atleta acabó por resquebrajarse de tal manera que, mediado el mes de junio de 2013, en la web Perarnau Magazine se daba cuenta de que Ana Peleteiro había dejado de tener como técnico a Abelardo Moure -la colaboración de ambos se había iniciado en 2007- y pasaba a ser dirigida por Juan Carlos Álvarez en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. La ruptura de ambos, según esta información, se había producido meses antes y tanto desde la Federación Española de Atletismo como por parte de Isidoro Hornillos trataron por todos los medios de reconducir la situación sin conseguirlo.
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