Aquel maratón en Rotterdam

Alejandro Gómez en el aeropuerto santiagués de Lavacolla el 21 de abril de 1997, con el trofeo ganado en el Maratón de Rotterdam ( El Correo Gallego)

Alejandro Gómez tenía 30 años cuando corrió su primer maratón el 20 de abril de 1997 en Rotterdam. Obtuvo un resultado espectacular, tal vez impensable para un debutante. Las 2 horas 07 minutos 54 segundos lo situaron ya como plusmarquista nacional y este registro, de enorme valía, acabó siendo el mejor suyo en la distancia. Con anterioridad, en 1992, ya se había apoderado del récord español de medio maratón al correrlo en 1 hora 01 minuto 20 segundos.

Para afrontar una prueba tan complicada como es el maratón,  donde lo incierto suele rondar más de lo que se quisiera, se hace imprescindible elegir el mejor de los terrenos.  Por eso Alejandro se acercó hasta Rotterdam buscando el circuito ideal, algo que refrendaba José Luis Hernández en Atletismo Español  al considerarlo  el “más rápido de cuantos existen en todo el mundo”, explicando que allí el etíope Belayneh Dinsamo había conseguido la mejor marca mundial de todos los tiempos en 1988, 2 horas 06 minutos 50 segundos.

Aquel 20 de abril del 97, Alejandro, en actuación soberbia, acabó la carrera en segunda posición, aventajado únicamente en tres segundos por el portugués Dionisios Castro (2h07:51). Pero allí nadie se durmió como lo atestigua el hecho de que los nueve primeros clasificados cubrieron el trayecto en menos de 2 horas 10 minutos. Detrás del vigués quedaron  S. Korir (Kenia) 2h08:02, Lopuyet (Kenia) 2h08:19, Mekonennen (Etiopía) 2h08:46, L. dos Santos (Brasil) 2h08:55, Leone (Italia) 2h09:13, Oya (Japón) 2h09:11 y Goffi (Italia) 2h09:13.

Un día después de haber logrado tan resonante éxito, aterrizaba en el aeropuerto santiagués de Lavacolla Alejandro Gómez – portaba en la mano el trofeo conquistado-, con su entrenador Julio Rodríguez y el naturópata y masajista José Luis Torrado, O Bruxo. El atleta le decía entonces a El Correo Gallego: “Bajar de 2:08 es increíble. Yo veo a Martín Fiz a la altura que está y le cuesta bajar. Aunque sigo diciendo que Martín vale menos de 2:08. Es que en el maratón a lo mejor en dos kilómetros pierdes todo lo trabajado. Yo le tenía mucho miedo”.

El vigués, dorsal 5, a la derecha, en el Maratón de Boston de 1998

Pero dijo más: “Creo que corrí muy inteligentemente, relajado”. Aunque también era consciente de que se había pasado algo lento por el medio maratón, circunstancia que atribuye al viento que hacía; a partir de entonces, sin embargo, cambió la situación. “Fue cuando el director de carrera empezó a avivar las liebres.  Ahí empezamos a correr realmente lo que es el maratón”.

Julio Rodríguez, por su parte, hacía hincapié en la marca conseguida por su atleta. “Esto de bajar de 2:08 ya es muy fuerte. Sobre todo para un debutante”. La euforia parecía desatada y, según contó el técnico, el organizador del maratón de Rotterdam ya le había hecho saber su propuesta.  “Me dijo que cuentan con él para el año para batir el récord del mundo. Le ven con posibilidades en estos momentos de batirlo”. Y Julio observaba  el futuro con optimismo en los 42 kilómetros. “En el maratón se puede ganar mucho dinero y en estos momentos su cotización se ha disparado”.

El fulgurante comienzo maratoniano de Alejandro no tuvo continuidad. Después de Rotterdam, lo más rápido que corrió los 42,195 kilómetros fue en 2h12:15 realizado este tiempo el mismo año 1997 en Seúl, y 2h12:34 en 1998 en Boston; sin embargo, formó parte de la selección española en los Campeonatos de Europa  de Budapest en 1998 y en los de Múnich en 2002, así como en los Mundiales de Sevilla de 1999, certámenes todos ellos de indudable categoría.

La lucha por el triunfo en Budapest, en agosto de 1988, se centró en la pelea entre españoles e italianos, copando estos últimos a través de Baldini, Golfi y Modica las tres medallas europeas; el mejor de los españoles fue el gallego José Ramón Rey, cuarto, con un crono de 2h13:17 (el campeón finalizó en 2h12:01). ¿Y Alejandro? El de Zamáns concluyó en quinta posición en 2h13:23 (es su quinto mejor registro en maratón), aunque no se salva de una ácida crítica en Atletismo Español. Se escribe que “siempre le ocurre algo cuando falla, pues eso, falló. El quinto puesto no es disculpa. Llegó a tope a Budapest y no rindió”.

 El interesado resumió así su comportamiento: “Tenía muchas ganas a este campeonato. Venía bien preparado y en la primera parte de la prueba me encontré muy cómodo. Cuando se desencadenó el ataque también me veía sobrado, pero comencé a padecer del estómago. Luego con la lluvia empecé a cargarme más de lo debido y ya no pude responder al ritmo de los italianos. Es una pena porque he perdido una gran oportunidad”.

En el grupo español, Antonio Peña finalizó en sexta posición (2h13:53) y Antonio Serrano en duodécimo lugar (2h14:58); abandonaron Diego García y José Manuel García. En la clasificación para la Copa de Europa, con triunfo de Italia, España se llevó el subcampeonato.

Triunfando en el Medio Maratón de Vigo de 1993 (El Correo Gallego)

Lo más significativo de los Campeonatos de Europa de 2002 en Múnich estuvo en la labor colectiva del equipo español. Se hizo con el primer puesto adjudicándose la Copa de Europa. Entre los once primeros clasificados se situaron los seis españoles: Julio Rey, tercero (2h13:21); Alberto Juzdado, quinto (2h13:35); Alejandro Gómez, sexto (2h13:40); Kamei Ziani, séptimo (2h13:51); Francisco Javier Cortés, noveno (2h14:14); y Javier Caballero, undécimo (2h15:07).

En el aspecto individual, el finlandés Janne Holmen fue el mejor (2h12:14) aunque, como se llegó a escribir, “aprovechando el factor sorpresa y el exceso de confianza del equipo español, que no le consideró peligroso” teniendo en cuenta que poseía una mejor marca de 2h16:24. Y menos mal que Julio Rey pisó el tercer escalón del podio. “Sólo la lluvia y el frío pueden servir de excusa al conservadurismo español”.

Con un elocuente “Su puesto no se corresponde con su calidad deportiva” en Atletismo Español, se resume la carrera realizada por Alejandro en Sevilla, en el maratón de los Campeonatos del Mundo de 1999. Entre 80 participantes, el vigués superó la meta en el puesto 40º con un tiempo muy flojo de 2h26:40, siendo el tercero de los españoles, lo que no tiene que servir de consuelo; la carrera la ganó Abel Antón en 2h13:36, con Martín Fiz en el 8º lugar en 2h16:17 y con Francisco Javier Cortés descolgándose hasta  el 50º con una marca irrelevante de 2h32:06. Claro que peor les fueron las cosas a Fabián Roncero y Antonio Peña que tuvieron que abandonar. Precisamente Roncero se había puesto el año 1999 al frente del escalafón histórico de los maratonianos españoles al haber conseguido una marca de 2h07:23.

Alejandro, que no ha podido evitar altibajos, ha sido capaz de sacar un rendimiento más que  notable cuando compitió también sobre el asfalto.  Fue dos veces campeón de España de medio maratón los años 1992 y 2003.

La primera edición del Campeonato de España de medio maratón se disputó el 23 de agosto de 1992 en San Sebastián de los Reyes (Madrid) con nutrida concurrencia (lo finalizaron cien atletas), aunque algunos de los participantes que iban delante se decidieron por abandonar cuando tuvieron una equivocación en el circuito y realizaron por ello bastantes metros de más. Transcurrida algo más de la mitad de la prueba se destacaron del grupo Alejandro y Alberto Juzdado, jugándose el título entre ambos. Del vigués, que fue el vencedor, se apunta  que  “se impuso sin dar sensación de haberse forzado en exceso”. Alejandro Gómez terminó en 1h04:13 y Juzdado en 1h04:32; el tercer puesto se lo llevó Antonio Peña, 1h05:00.

En una de sus exitosas intervenciones en la Carrera Pedestre Popular de Santiago (El Correo Gallego)

Y cuando ese mismo año 1992 se puso sobre el escenario atlético el Campeonato del Mundo de medio maratón  en Tyneside (Gran Bretaña), el 20 de noviembre, allí acudió Alejandro. Esta primera edición se la adjudicó el keniata Benson Masya (1h00:24), pero el vigués, octavo, establecía el récord de España al concluir en 1h01:20 (su mejor marca de siempre, aunque después hizo 1h01:26 en 1993 y 1h01:36 en 1997). Los otros integrantes de la selección quedaron así: Antonio Peña, 12º (1h01:48); Alberto Juzdado, 39º (1h03:08); Rodrigo Gavela, 50º (1h03:59); y Juan A. Crespo, 80º (1h05:47).

Cuatro años más tarde, en 1996, volveríamos a ver a Alejandro, enfundado en la camiseta de España, peleándose bravamente  en un nuevo Mundial de medio maratón por las calles de Palma de Mallorca para reincidir en el octavo puesto (1h02:47), mientras que el marinense Carlos de la Torre era el cuarto (1h02:03). Los dos fueron los más aventajados del conjunto español puesto que José Manuel García terminó el 23º (1h03:46) y José Manuel Martínez  el 31º (1h04:26), habiéndose retirado Bartolomé Serrano. Entre 121 clasificados de 24 países el mejor fue el italiano Stefano Baldini (1h01:17).

En Albacete, el 15 de junio de 2003, el vigués conquistó el que sería su segundo título nacional de medio maratón, pero terminando la carrera en tercera posición debido a que las dos primeras posiciones las ocuparon el eritreo Tadesse Zersenay (1h03:59) y el keniata James Moiben (1h04:35), atletas asiduos en las competiciones españolas.  Alejandro ganó el oro con 1h04:40, la plata fue para Javier Caballero con 1h05:02, y el bronce para Kamel Ziani con 1h05:32.

Internacional en 33 ocasiones en bastantes años de actividad, Alejandro Gómez muestra como mejores marcas las siguientes: 7:47.7 en 3.000 (año 1989), 13:20.91 en 5.000 (1989), 8:33.6 en 3.000 obstáculos (1989), 3:39:18 en 1.500 (1991), 27:39.38 en 10.000 (1993), 1h01:20 en medio maratón (1992), y 2h07:54 en maratón (1997).