De once maratones a los que se enfrentó el vigués Alejandro Gómez (1967-2021), de los cuales solo terminó nueve, el que le salió mejor, en realidad le salió de manera espectacular, fue el que corrió el 20 de abril de 1997 en Róterdam y le supuso, por su marca de 2 horas 07 minutos 54 segundos, convertirse en plusmarquista español (superaba el mejor registro de Martín Fiz de 2h08:05, hecho el 3 de marzo de ese año 97 en Japón), era el primero en romper la barrera de las 2 horas y 08 minutos, y su fabuloso tiempo le otorgaba la condición de mejor debutante español de la historia. Esta marca de Alejandro es la que tiene más valor de cuantas realizó a lo largo de su vida. Así lo determina la puntuación de World Athletics. Y es que lo suyo, aquel 20 de abril del 97, significó toda una hazaña.

Julio Rodríguez, izquierda, Alejandro Gómez, José Luis Torrado y Emilio Navaza el viernes 18 de abril de 1997 en el aeropuerto de Santiago

El viernes 18 de abril de ese año 1997, en el aeropuerto santiagués de Lavacolla (ahora Rosalía de Castro), Alejandro Gómez aguardaba con su entrenador Julio Rodríguez y el exatleta y naturópata José Luis Torrado, O Bruxo, subirse al avión que lo llevaría, vía Barcelona, a los Países Bajos. El atleta vigués me comentaría aquella tarde: “Creo que estoy capacitado para afrontar este nuevo reto”. Su deseo o su ambición era la de poder bajar de las 2 horas y 10 minutos que, por los entrenamientos realizados, parecía tener a su alcance, aunque se veía acorralado por cierta preocupación, o tal vez era temor, al carecer de experiencia en el maratón. “En los 10.000, por ejemplo, yo sé dónde voy a sufrir, sé dónde hay que pasar ese bache y en el maratón no lo sé”. “El problema del maratón”, dijo también, “es que te domine. Si te domina vas mal”. Pero al mismo tiempo se quitaba de encima responsabilidad por ser debutante y en su pensamiento estaba seguir la estela de los maratonianos experimentados.

El maratón de Róterdam, que comenzó a celebrarse en 1981, goza de una bien ganada fama a nivel mundial. Pero, a pesar de ello, cuando Alejandro se decidió por dar este paso a la carrera de los 42,195 kilómetros, lo hizo convenientemente asesorado. “Estaba pensando en Londres y Róterdam, y qué mejor consejo que el de Martín Fiz que lo corrió, que es una eminencia en el maratón. Por mi forma de correr creo que era mejor Róterdam, porque se corre muy rápido. El problema es el tiempo, que tengamos viento o lluvia, pero bueno, es la suerte de la vida”.

Sergio Vázquez con Alejandro Gómez en Santiago el lunes 21 de abril del 97 tras el éxito del atleta en el maratón de Róterdam

En todo caso, se llevaba con él, en aquel esperanzador viaje, a dos hombres que significaban algo importante: Julio Rodríguez, su descubridor y entrenador, y José Luis Torrado, su cuidador. “Yo también voy tranquilo porque voy bien acompañado”, indicó con satisfacción. “Yo en esto empecé con esta gente. Yo creo que el maratón tiene que ser la punta de lanza de mi éxito y por qué no llevar a la gente que empezamos. A ver si tenemos suerte en esta nueva faceta y si podemos celebrarlo. Y quién mejor que mi entrenador y O Bruxo, que llevamos muchos años juntos. Cuando decidí ir siempre pensé que estas dos personas tenían que venir conmigo”.

Julio Rodríguez, el hombre que se cargó de paciencia cuando quería encauzar a Alejandro en el atletismo y que lo entrenó a lo largo de casi toda su carrera, me dio también su versión en el aeropuerto santiagués de lo que esperaba de su pupilo. “Tiene unas grandes condiciones para ser un gran maratoniano”, dijo convencido y tras haber comprobado que el entrenamiento para esta nueva faceta de Alejandro “lo ha asimilado muy bien”. Desde luego, no faltaba casi nada para salir de dudas. Indicó Julio que estarían en liza atletas de primer orden y citaba al brasileño Santos como punto de referencia para su atleta. “Ya corrió este año el Campeonato del Mundo de Medio Maratón y creo que es un hombre al que Alejandro se puede pegar y hacerlo bien”. Y Julio se atrevía con un pronóstico: “Me conformo que haga menos de 2 horas 10, con buen tiempo”.

Emilio Navaza felicita a Alejandro Gómez, en presencia de Julio Rodríguez y Sergio Vázquez, en el aeropuerto santiagués

De lo que presumía allí mismo José Luis Torrado era de conocer a Alejandro desde su época infantil y de haber compartido posiblemente los momentos más brillantes del atleta. “He visto hacer a Alejandro cosas sensacionales”, apuntó. “Esta es una de las pruebas en las que hay que echarle lo que hay que echar. Creo que Alejandro tiene la casta del maratoniano. Creo que no me equivoco”.  De todos modos, O Bruxo no estaba seguro de que ya se pudiera comprobar ese domingo en Róterdam.

Para nada comentó Torrado un hecho sucedido cuando Alejandro preparaba el maratón y que recoge Runnig.es en junio de 2020. Según se cuenta en este sitio web faltaba una semana para la cita cuando Alejandro se presentó llorando en el centro de recuperación que posee Torrado en Pontevedra debido a que se había lesionado. Tenía una rotura de fibras. Torrado lo tranquilizó indicándole que había tiempo para la recuperación y que debía buscarle un hotel en Róterdam. Cuenta Running.es que Torrado le puso sus hierbas milagrosas en los calcetines (se añade que están enmarcados en la consulta de O Bruxo) y conocida es la buena actuación de Alejandro en su debut maratoniano. En todo caso, este hecho, con ser relevante, es uno más de los que protagonizó a lo largo de su vida O Bruxo salvando del desastre a unos cuantos deportistas.

El domingo 20 de abril de 1997 Alejandro Gómez entró por la puerta grande en el mundo del maratón. Quedó segundo, aunque solo separado por tres centésimas del ganador, el portugués Domingos Castro, que mejoró su marca personal al señalar un tiempo de 2h07:51 y tenía 2h10:06 desde 1995. La marca de Alejandro, como ya se dijo, fue 2h07:54 y el brasileño del que hablaba Julio Rodríguez, L. dos Santos, acabó sexto en 2h:08.55.

José Luis Torrado, Sergio Vázquez, Emilio Navaza y Antonio Prunell en animada charla el día del regreso triunfal como maratoniano de Alejandro Gómez

Entre los diez primeros clasificados en la ciudad holandesa también estuvieron el keniano S. Korir, tercero, con 2h08:02; Lopuyet, igualmente keniano, cuarto, con 2h08:19; el etíope Mekonnen fue quinto, 2h08:46; los italianos Leone y Goffi quedaron séptimo y noveno con 2h09:07 y 2h09:13; el japonés Oya obtuvo la octava plaza, 2h09:11; y en décimo lugar se clasificó el francés Malfoy, 2h11:45.

Nunca como aquel lunes 21 de abril del referido 97 se hizo tan necesario encontrarse de nuevo con Alejandro Gómez en el aeropuerto santiagués. La ocasión lo requería. Lo estaba esperando Sergio Vázquez, presidente de la Federación Gallega de Atletismo, y en el corrillo sobrepasado por la felicidad que se formó allí se unió el catalán con residencia en Galicia desde muy joven Antonio Prunell, reconocido atleta de los años sesenta. Alejandro no soltaba el trofeo que le habían dado por su magnífica actuación en Róterdam y su rostro, lógico, era el de un triunfador plenamente satisfecho.

Lo primero que dijo fue que bajar de 2 horas y 08 minutos era algo “increíble”. “Yo veo a Martín Fiz a la altura que está y le cuesta bajar”, aunque reconocía que el atleta vasco valía menos de esas 2h08: “Es que en el maratón a lo mejor en dos kilómetros pierdes todo lo trabajado. Yo le tenía mucho miedo”.

El atleta vigués posando orgulloso con el trofeo conquistado en Róterdam (Fotos:ECG)

Se refirió a su actuación en estos términos: “Creo que corrí muy inteligentemente, relajado”. Reconocía, sin embargo, cierta lentitud al cubrirse el medio maratón, lo que atribuía al viento. Pero la situación cambió de inmediato. “Fue cuando el director de carrera empezó a avivar las liebres. Ahí empezamos a correr realmente lo que es el maratón”.

Gratamente sorprendido estaba Julio Rodríguez con lo que había hecho Alejandro. Para él, que hubiera bajado de 2 horas 08 minutos era “muy fuerte” sobre todo por el hecho de ser “un debutante”. Comentó que el organizador de la carrera de Róterdam ya le había hecho una propuesta. “Me dijo que cuentan con él para el año para batir el récord del mundo. Lo ven con posibilidades en estos momentos de batirlo”.

El futuro se presentaba a los ojos de Julio de lo más prometedor para Alejandro. “En el maratón se puede ganar mucho dinero y su cotización se ha disparado”.

El vigués tuvo en su poder el récord de España durante un año ya que Fabián Roncero, en 1998, realizó un tiempo de 2h07:26 también en Róterdam.

En una información sobre corredores españoles debutantes en maratón de Carlos Fernández Canet, de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo, cerrada en noviembre de 2019, Alejandro Gómez figura en segunda posición superado únicamente por José Ríos con 2h07:42 del 7 de marzo de 2004 en Otsu (Japón). Parece que la huella del recordado atleta gallego perdurará por mucho tiempo.