El Palacio de los Deportes de A Coruña, construido donde había estado la fachada del estadio de Riazor, fue inaugurado el sábado primero de agosto de 1970, con un partido de hockey sobre patines entre la selección española y un equipo con jugadores de distintos países, venciendo España 4-2; además hubo una exhibición de patinaje artístico.

Se hizo necesario aguardar hasta el jueves 28 de enero de 1971 para que el atletismo en sala tuviera allí su protagonismo al organizarse una reunión de carácter internacional.  La instalación consta de un anillo de 160 metros y cuatro calles; y en la parte central hay seis pasillos para carreras de velocidad de 50 metros; este recinto fue “el primero de nuestro país en disponer de material sintético en toda su superficie”, según el libro Cronología de los récords y mejores marcas españolas en pista cubierta de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo y la Federación Española.

El Palacio de los Deportes coruñés en la parte principal del estadio de Riazor (ECG)

Al dar cuenta de lo sucedido aquel 28 de enero, el cronista de La Voz de Galicia mostraba su desencanto por no haber acudido un mayor número de aficionados: “Si los graderíos del Palacio de los Deportes no se han llenado en la noche de ayer (…) celebrándose un programa realmente interesante y de calidad, habrá que preguntarse ¿para qué quería La Coruña este Palacio de los Deportes?”

El madrileño Rafael Cano se presentó en A Coruña como plusmarquista nacional de 50 metros vallas con 6 segundos y 7 décimas desde 1969 (en 1968 había hecho dos veces 6.8) y en esta oportunidad repitió, y por dos ocasiones, la marca con la que había llegado a la ciudad herculina. En la primera ronda se vio superado por el italiano Sergio Liani, aunque con el mismo registro; y en la final finalizó tercero al ser batido por el francés André Brilland (6.6) y Sergio Liani (6.7).

Rafael Cano manifestó posteriormente su fe en que podría conseguir lo que finalmente consiguió, aunque puso su lamento en “no haber logrado los 6”6 que estuvieron a mi alcance, con lo que me hubiese colocado entre las diez primeras marcas europeas”.

Otra actuación destacada fue la de la argentina (de padres gallegos) Iris Fernández, vencedora en 800 metros con 2:13.1, adelantándose así a las españolas Coro Fuentes, 2:13.3, y Dolores Tasende, 2:23.0.  Iris Fernández, que dijo sentirse mitad gallega y mitad argentina, sorprendió mediada la última vuelta a Coro Fuentes, logrando así el récord de su país. La argentina, sin embargo, indicó no encontrarse demasiado bien “debido a un ligero resfriado”.

En la carrera de 3.000 metros Alberto Esteban “se trazó un plan para ganar”, según La Voz de Galicia, “pero Antonio Burgos, que dominó casi toda la prueba, le sorprendió en la última vuelta con un sprint muy fuerte al que no pudo responder el aragonés”. Antonio Burgos terminó en 8:11.4, Alberto Esteban lo hizo en 8:13.6, y el francés Raymond Zembri en 8:16.2.

Se disputaron tres series contrarreloj de 400 metros, siendo las más atractivas la segunda y la tercera donde “sostuvieron una enconada lucha Sarria y el polaco Borowski por un lado y el francés Nicolau y Gayoso por el otro, haciendo la mejor marca Sarria”. Los tres primeros concluyeron así: Luis Sarria (49.3), Edmund Borowski (49.6) y Christian Nicolau (49.6).

Página de La Voz de Galicia (29 de enero de 1971) de la primera reunión en pista cubierta

La victoria en triple salto se la llevó el francés Serge Firca con 15,64, ante Luis Felipe Areta, 15,55, y Juan José Azpeitia, 15,29. Y en los 50 metros se impuso el polaco Zenon Nowosz con 5.6 aventajando a Fernando Escrivá y Pedro Carda, ambos con 5.7.

Presentes en este primer día de atletismo en sala en el Palacio de los Deportes coruñés estuvieron José Luis Torres, jefe del equipo español, y el entrenador Bernardino Lombao. Torres se mostró “muy contento del alto nivel de la reunión” y el lucense Lombao tuvo palabras elogiosas para la instalación, aunque hizo ver que si la pista central tuviera 60 metros en lugar de 50 “serían de lo mejor de Europa. Pero eso no es un demérito”.

Al transcurrir casi dos meses de aquel 28 de enero de 1971 en el que el Palacio de los Deportes se abrió al atletismo, el talentoso atleta pontevedrés Manuel Carlos Gayoso (1944) conseguiría refrendar aquella buena imagen del recinto al realizar el 22 de marzo, en unas pruebas locales (un control), la mejor marca europea de 500 metros. El atleta del Real Club Deportivo consiguió un registro de 1:03.8, superando así el que había alcanzado Antonio Fernández Ortiz (1:04.1) el 30 de enero de 1971 en Madrid. Escasa oposición encontró Gayoso en su carrera récord ya que Raimundo Fernández, segundo clasificado, concluyó en 1:14.5, con Obelleiro en tercer lugar, 1:15.3, y Luis Carré, cuarto, 1:16.3.

Manuel Carlos Gayoso manifestó tras su éxito que el intento que había llevado a cabo “era una vieja aspiración”. “Hace unos tres años que intentaba obtenerlo, pero siempre surgieron dificultades”. Y debe añadirse que, en el mismo escenario, el pontevedrés situaría esta mejor marca europea en 1:03.0 el 4 de marzo de 1972.